REPORTAJE.
PULPO: 3 CORAZONES, UN CEREBRO COMPLEJO Y MÁS
“EL DESAPARECIDO zoólogo británico Martin Wells decía que el pulpo es un extraterrestre”, dice Clifton Ragsdale, profesor asociado en Neurobiología y Biología Organística y Anatomía en la Universidad de Chicago, UCH. Él es coautor del primer análisis completo del genoma del pulpo, hecho por investigadores de la UCH, la Universidad de California, Berkeley, UC Berkeley y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa, OIST, en Japón.
El trabajo, que patrocina el Consorcio de Secuenciación de Cefalópodos, CephSeq, analizó los genes de un pulpo de California llamado ‘Octopus bimaculoides’ y descubrió diferencias sorprendentes con otros invertebrados. “El pulpo parece ser totalmente distinto del resto de los animales, incluidos otros moluscos, con sus ocho brazos prensiles, su cerebro de grandes dimensiones y su capacidad inteligente para resolver problemas”, según Ragsdale.
Los pulpos, moluscos depredadores, según la UCH viven en todos los océanos a casi todas las profundidades y tienen una historia evolutiva que abarca más de 500 millones de años, antes de que las plantas se trasladaran a la tierra, definiéndolos como “animales realmente extraños”. Según la UCH, poseen adaptaciones únicas, tales como brazos prensiles alineados con ventosas sensibles a los químicos del entorno acuático; ojos similares a los de los vertebrados; además de un cerebro altamente desarrollado capaz de resolver problemas complicados y comportamientos de aprendizaje. Es una criatura sin esqueleto y con tres corazones, con medio billón de neuronas distribuidas en ocho brazos tentaculares, cada uno de los cuales puede regenerarse, que posee “mente propia”, así como músculos que se endurecen temporalmente en codos y hombros, señala el OIST. Tienen la misteriosa capacidad del camuflaje perfecto y decoran su guarida con restos de su presa, representando el pináculo de un camino evolutivo alternativo al humano. Los cefalópodos, un grupo que incluye a los calamares y las sepias, descienden de un antepasado común de movimiento lento parecido a un caracol, dice el OIST.