Pedaleadas de libertad
ES UN VEHÍCULO LIVIANO DE DOS RUEDAS QUE, SIN EMBARGO, LOGRÓ GRANDES CAMBIOS SOCIALES, SOBRE TODO EN LA VIDA DE LAS MUJERES.
“EN UNA BICI que me lleve a todos lados...”. ¿Quién no cantó, bailó o escuchó el tema de Carlos Vives ‘La bicicleta’? En 2016, el tema ganó el Grammy a la mejor canción del año. Su vídeo muestra a la cantante colombiana Shakira pedaleando por las calles, relajada y con ropa floja. Una escena actual común, pero impensable para la mujer del siglo XIX, que vivía un contexto que la limitaba con estrictas normas sociales, cercándola al ámbito netamente doméstico. Usar este medio de transporte no era para ellas.
Por suerte, siempre alguien está dispuesto a romper las reglas para bien. En 1894, luego de escuchar a dos hombres asegurar que ninguna mujer sería capaz de recorrer el mundo en bicicleta y ganar dinero en el trayecto, Annie Cohen asumió el reto y 15 meses más tarde lo logró. Desde entonces, el vehículo de dos ruedas se convirtió en símbolo de libertad. Hoy, el panorama es más alentador. Nada raro es verlas por todas las calles y barrios del país, pedaleando a bordo del amigable transporte. Ocurre en Quito, donde funciona el colectivo Carishina en Bici, un grupo de mujeres que como parte de su misión enseñan a otras a usar la bicicleta como medio de transporte.
Para la abogada Anunziatta Valdez, defensora de los derechos de la mujer, el uso de la bicicleta se lee como la fractura de paradigmas sociales. Y para la diseñadora Mar Stagg, también influyó en la revolución de la moda. La creativa sostiene que fue la herramienta para que el corsé desaparezca.
Hoy los desafíos cambiaron y no son tema de género. La falta de educación vial muestra irrespeto al ciclista en general. Por el momento, la conquista seguirá sin frenos y a fuerza de pedal.
La bicicleta hizo más por emancipar a la mujer que cualquier otra cosa en el mundo”. Susan Brownell || líder feminista norteamericana
No es solo moverse por la ciudad, sino que también te ayuda a romper prejuicios, fortalece tu estado físico y mental”. Gabriela Pazmiño || Cuatro años pedaleando en la urbe, una caída y mucha satisfacción