LAMA JAMPA: HAY QUE PREPARARSE PARA MORIR
La sala es amplia y su piso está lleno de cojines de colores. La ilumina la tenue luz de unas velas. Al fondo, destacan algunos Budas de varios tamaños y materiales. A su lado, están el Lama Jampa, maestro del budismo tibetano, y Eduardo Herrera, director del Centro Himalaya en México y su traductor. El maestro habló con SEMANA sobre “el buen morir”. Impensable en la religión católica, que relaciona muerte con dolor y sufrimiento.
¿Se aprende a morir?
La muerte es la separación de la conciencia del cuerpo. Con la práctica del phowa (aprender a morir) podemos hacer que la conciencia no se enfoque en sentimientos de apego, enojo, resentimiento y melancolía, sino en estados mentales más sanos para tomar el momento con mucha tranquilidad.
¿En qué beneficia a las personas? Se pierde el temor a la muerte. Hay una prueba física para comprobar: la energía de la mente deja el cuerpo, a través de la coronilla, en la cabeza. Después de hacer varios tipos de respiración, contraer el cuerpo y repetir una sílaba, aparecen una gota de linfa o sangre y un ligero dolor. Es la señal externa y visible del éxito de la meditación. La energía de la mente se dirige por ese canal para evitar que salga por las aperturas ordinarias que prefiguran estados mentales confusos al momento de morir.
Parece difícil lograr calma al momento de morir...
Se aconseja pensar que la muerte es inevitable. Un budista considera que se debe dejar el apego a los seres queridos, a lo material y a las acciones mundanas. Si vemos la muerte como algo inalterable, nos relacionaremos mejor con nosotros mismos y aprenderemos que las relaciones son efímeras. Nuestra vida tiene un significado más allá de la acumulación de objetos materiales. Cuando pensamos en la muerte como certeza, comenzamos hacer cosas significativas.
¿Como cuáles?
Debemos conocer cómo funciona la mente. Al perder lo material nos desmoronamos. No hay que aferrarse demasiado a eso porque la vida cambia. Meditar ayuda a cambiar. Moriremos y si estás preparado, te enfocas en lo que tiene verdadero significado.
¿Se puede ayudar a morir a otros?
Sí, pero debes aprender el método, entrenarte y ganar maestría. No puedes ayudar si no te ayudas a ti mismo.
¿Alguien alcanzó el phowa?
En julio, en Francia, murió el Lama Purzula, asistente de un gran maestro budista. Su corazón permaneció caliente siete días y luego se volvió flácido. Es decir, su cuerpo conservó la energía. Pero no todo tibetano tiene esas cualidades. Se teme mucho a la muerte.
Nombre. Lama Jampa.
Nació en Tíbet hace 45 años.
Familia. Nómada.
Ocupación. Maestro de Budismo, escuela Kagyu Tibetana.
Experto en rituales más profundos.
Escapó del Tíbet (1996) para reunirse con su Maestro Raíz, Su Santidad Kunzig Shamar Rinpoche. Fue a India y luego a otros países.
Reside en el Centro Bodhi Path, California. ¿Esto sirve al enfermo incurable?
El phowa se enfoca en morir, no en la mejoría del enfermo terminal. Puede haber mecanismos que ayuden a esas personas. Se debe reconocer que el cuerpo se deteriora y duele. Las enseñanzas del budismo son para la muerte y para enfrentar momentos difíciles.
Tras la muerte, ¿la energía renace o reencarna?
La conciencia deja el cuerpo al morir. Luego de 49 días (siete semanas) se toma otra existencia, según el karma de la persona. Si las acciones fueron positivas o negativas, igual será el karma. Unos tienen más felicidad que otros, algunos más capacidad o inteligencia, y otros más prosperidad. Esto viene de otra vida. Nuestras acciones dejan huella en la mente y cuando morimos se reestructura y nos lleva a otra existencia.
¿El karma es ineludible?
Entender el karma es simple. Es como la semilla que plantamos y luego se cosecha. Toda acción, palabra o pensamiento nuestro tendrá efecto sobre nosotros. El karma es ineludible y puede tardar varias vidas en madurar.
¿Hay que aferrarse a la vida?
Para el budismo meditar es muy importante porque es la no permanencia. No se cambia de un año a otro, sino de un momento a otro. Si se comprende eso, no nos aferramos a la realidad ni a las cosas. Entendemos que moriremos y dejaremos esta vida. Por lo cual apreciaremos cada instante y nos volveremos personas más gratas.
¿Para qué sirve la meditación?
Hay dos niveles de experiencia beneficiosa para los practicantes de meditación: el primero es la inmediata mejoría en las condiciones de la vida diaria. El segundo es que la mente está más tranquila, pacífica y relajada. Y los problemas tienen menos importancia.