Respeto al cuerpo
Bailar no es malo, si se lo hace sanamente, por diversión, opina la orientadora familiar Lorena Erazo Alcívar, quien considera que no se está enseñando a los adolescentes y jóvenes a cuidar su cuerpo, a tener pudor y que no los puede tocar cualquiera. “Pero en estos bailes una joven pasa de chico en chico, quien la va tocando en sus partes íntimas indebida y conscientemente. Ambos se están excitando, ¿qué pasa después? Tener más de un compañero sexual en su vida, tener conceptos depravados, porque si esto se hace en baile público, ¿qué será a solas?”, opina la experta, quien acota que la mujer se denigra, aprende que su cuerpo sirve para llamar la atención de los demás, que con él “logrará todo en la vida”, se verá como un objeto sexual y no le importará.
“Es más, cada vez querrá hacerse notoria con sus movimientos o prendas, porque los chicos sacan a bailar a las que más se mueven y muestran. ¿Qué más veremos? Matrimonios de poca duración, pues nada le satisface. En una oportunidad hablé con una jovencita que hacía estos movimientos. Le mostré los vídeos por Internet, sin música, y reconoció que por primera vez lo veía como un acto sexual”, comparte Erazo.
La artista y directora del Caym, Yesenea Mendoza, con más de 40 años en el ámbito de la danza, siente la responsabilidad de hablar con sus alumnos sobre el tema, escucharlos, investigar y accionar juntos. Su misión es formar bailarines con técnicas y valores, “donde se les inculca el respeto al cuerpo”.