GASTRONOMÍA.
CHEESECAKE: LAS CLAVES PARA HACERLO
EL OLOR A DULCE se percibe al ingresar a las instalaciones de la empresa California, donde el alemán Martín Portmann, experto en pastelería y panadería, prepara con gran experticia para SEMANA un tentador cheesecake de vainilla y frutillas.
Con una amplia sonrisa Portmann nos da la bienvenida. Comenta que ya tiene lista la galleta que cubrirá este postre y mientras procede a preparar el relleno con crema de queso, gelatina, extracto de vainilla y cáscara de limón, nos cuenta que llegó a Guayaquil para compartir su bagaje de conocimientos de 50 años en la panificación, con 120 empleados de la citada fábrica, y así mejorar la calidad en las áreas de producción y logística.
Recomienda el experto que cuando se realice la mezcla de la crema batida con el queso crema y la gelatina, “es conveniente usar la espátula para no perder el volumen de esta, agregar la cáscara de limón para potenciar el sabor, verter en la galleta y dejar reposar dos horas en la refrigeradora”.
Hace hincapié Portmann, quien ha dado asesoría en Sri Lanka, Ucrania, Bolivia, Rumania y Alemania, en que lo ideal es preparar el cheesecake el día anterior, “ya que el sabor y consistencia de los ingredientes estarán en su mejor nivel”, explica este simpático berlinés que siente un profundo respeto y amor por su profesión.
Asegura que comer pan no engorda, sino las cantidades y la frecuencia con que se lo haga, y él es una prueba fehaciente de ello, pues es uno de los pocos pasteleros delgados que he conocido. Le encanta trabajar el pan artesanal, creado con sus propias manos. El de centeno es su favorito y dice que los mejores están en Rusia y Alemania, “acompañados con jamón, queso, y vino”, dice mientras ríe.
Preparar este dulce toma 30 minutos si se tiene todo listo. Se lo decora con frutillas, otra opción es hacerlo con manjar. Degustamos una porción y el sabor es sencillamente espectacular.