Guayaquil destapa lo artesanal
CONOZCA EN QUÉ ANDA EL CERVECERO. UNA PISTA: YA NO BUSCA EMBORRACHARSE.
EN UN LUGAR de Guayaquil, Juan sale del trabajo apurado. En el camino se topa con un amigo, quien le dice “Vamos por unas bielas”. No lo piensa ni dos veces. En ese preciso instante, al otro de la ciudad, en una ‘tiendita’ de barrio Diego deja su cédula y pide fiada una jaba para empezar el fin de semana. Ambos destapan la botella ‘heladita’ y con el primer sorbo describen la historia de una bebida que se robó el corazón ecuatoriano, la cerveza. Es que más de 900 mil personas en el país consumen alcohol, y según cifras del INEC el 79,2 % de ellas prefiere tomar cerveza.
Pero ¿fue siempre tan popular? El historiador y docente Washington Pesántez Ramírez nos invita a rememorar al Guayaquil de 60 años atrás, donde revela que en los sectores bajos la bebida protagonista era el aguardiente y en los altos, el vino. Situación que cambia cuando se detecta que el aguardiente era más dañino que la cerveza; cuenta que así esta logra sumergirse en la vida bohemia de cantinas y rockolas. Sin embargo, Pesántez recalca que su masificación ocurre cuando la gastronomía de la clase media incorpora el ceviche y el encebollado, convirtiendo a la cerveza en la acompañante predilecta que entrelazó a todos los sectores sociales.
Desde entonces esta bebida también forma parte del ADN guayaco, donde su consumo cada vez se reinventa, pues ahora la urbe destapa con mayor frecuencia la cerveza artesanal. Una tendencia que empezó como una opción gourmet, explica Marwin Lavayen, consultor empresarial, quien resalta que esto se debe a que ahora hay nuevos nichos de mercado a los que no llega la cerveza tradicional. Además indica que este nuevo consumidor, a diferencia de antes, no busca ‘emborracharse’, sino disfrutar de un producto de calidad y personalizado. Como es el caso de Juan Carlos Hernández, de 24 años, quien la describe como “una cerveza fácil de manipular .... siento que me da cierto estatus. La industrial se relaciona más con gente que se instala a tomar”, expone.
Así los adultos jóvenes forman parte de esta nueva generación, donde cada vez están mejor informados sobre los productos que consumen. “Me gusta la variedad de aromas y sabores”, agrega Hernández, que suele ir en compañía de amigos a bares como Biersal, República de la Cerveza, Birra, entre otros, dedicados exclusivamente a la venta de esta bebida. Pero el nicho no solo se restringe a los jóvenes. José Zurita, propietario de República de la Cerveza, enfatiza que ha tenido “abuelitos que toman cerveza artesanal y les encanta”.
Fabián Gorostiaga, miembro de la Sociedad Ecuatoriana de Cerveceros Artesanales, indica que en el país hay aproximadamente unas 180
cervecerías. Quito lleva la delantera en el desarrollo de esta cultura, pues una de sus ventajas son las condiciones climáticas. Además, la producción aún es minúscula. Gorostiaga estima que esta representa el 1 % del mercado cervecero. En ese porcentaje se encuentran marcas guayaquileñas, y a pesar de no haber un registro oficial, SEMANA, después de un recorrido internauta, calcula que el número está entre 10 y 12.
A continuación conozca a varias de ellas. Seguramente terminará con ganas de una cerveza, y esta vez de una artesanal.
La gente se alegra de que sea de aquí de
Guayaquil... le gusta que su localidad crezca, se desarrolle y lo ve como algo económicamente positivo”, dice Gustavo Gutiérrez, sociólogo y productor artesanal.