El arte local se disfruta en casas y terrazas
LA CRECIENTE movida cultural en Guayaquil, que fusiona el arte, gastronomía, diseño, teatro, danza y música, ha generado una gran demanda de artistas emergentes y emprendedores y, con ellos, nuevos escenarios con el concepto de arte y entretenimiento. Nos referimos a espacios habitados, como casas y departamentos, donde sus propietarios han abierto las puertas de sus moradas para apostar por el talento de artistas locales, creando plataformas y proyectos de alta calidad que buscan educar a la sociedad de manera correcta con eventos bien elaborados y totalmente accesibles. Un recorrido por estos escenarios, con propuestas innovadoras y para público variado, revela el ingenio y el trabajo en comunidad de una nueva sociedad cultural que ha despertado y embellece la urbe.
ESTOS ESPACIOS COTIDIANOS SON LOS NUEVOS ESCENARIOS QUE PROMUEVEN EL MOVIMIENTO CULTURAL EN GUAYAQUIL
vado. Entre los atractivos de la casa destacan su decoración rústica y restaurada con madera de chanul, sus grandes ventanales que permiten la refrescante brisa y hermosa vista del río Guayas, privilegios que la familia Marín decidió compartir con la sociedad, creando un escenario como nexo cultural que muestre lo hecho a mano en Ecuador. Además de la ferias, se han organizado cenas artísticas en fusión con la plataforma El Nodo, conciertos acústicos privados, conversatorios de arte, talleres de moda y diseño, entre otros. El espacio está destinado para la distracción familiar, precisamente con el fin de que niños y adultos aprendan a valorar el talento nacional y la cultura de Guayaquil. Posee capacidad para 100 personas y ocupa la cuarta parte de la totalidad de la casa, que está restaurándose de a poco. En las ferias, el visitante podrá encontrar más de 21 expositores con diseño de artesanías, bisutería, artes plásticas, diseño gráfico, así como bebidas artesanales, gastronomía y música en vivo y, para no perder el enfoque social, en cada edición se invita a una fundación u organización sin fines de lucro para que comparta su necesidad y pueda recaudar fondos. “Queremos ser una luz para que más casas patrimoniales muestren su encanto, Las Peñas es el centro histórico de Guayaquil, y son pocas las casas que abren sus puertas al público. Estamos dando la pauta para que otras viviendas del sector ofrezcan actividades distintas al turista que camina por el barrio. Esperamos que un día sea una calle mágica, que no solo ofrezca vida nocturna sino cultura para grandes y pequeños, como la mayoría de los centros históricos en el mundo”, añade Maite.