El Nodo y su plataforma comunitaria
Ante la necesidad de espacios culturales accesibles en Guayaquil, nace el Nodo en abril del 2016, inicialmente en una vivienda ubicada en Urdesa, donde funcionaba la ´Casa Morada´ y el colectivo ´El Selectivo´. El Nodo, término urbano relacionado a la interacción de personas en espacios de la ciudad que tenga una actividad definida, es el proyecto que crearon Peter Ronquillo y Nadia Piechestein, diseñadores y bailarines de danza, estableciendo actividades culturales que generen la interdisciplina entre profesionales dedicados al arte, emprendimiento y trabajo con comunidades. Está conformado por un grupo de artistas, entre diseñadores gráficos, comunicadores, arquitectos, bailarines, ingenieros y músicos, presenta propuestas escénicas de formato micro o corto, danza contemporánea, música en vivo, foros, exposición de emprendedores culturales y de fotografía, entre otras. Su atractivo principal es la convergencia y el “networking”, con el fin de unirse y que artistas independientes aprendan a trabajar en comunidad. Este espacio ha realizado un recorrido por algunos sectores estratégicos de la ciudad, no solo en el contexto arquitectónico, sino también en lo social y cultural. Arrancó en el garaje de una casa en Urdesa, luego se trasladaron a Nazu City Hostel, un hotel con proyección cultural en pleno centro de Guayaquil, cuya terraza se convirtió en la nueva sede del Nodo. Además cuentan con escenarios públicos como el Malecón del Salado, y espacios en propiedades patrimoniales del cerro Santa Ana y Barrio Las Peñas. Su último evento se desarrolló en Casa Marin, como una fusión cultural de espacio y concepto. Sus actividades varían en presentaciones mensuales y quincenales, con una capacidad de 150 personas, y programaciones destinadas a todo tipo de público, con horarios y temáticas diferentes. Hasta el momento han desarrollado 15 eventos, con intervenciones artísticas en las que desataca el trabajo de Yayoi Kusama, Neoplasticismo, Zaha Hadid, Mondrian, Interactos (Universidad de las artes), Festival Ojo Loco (Universidad Casa Grande), Pride LGTBI, Dadaif Cartonera, Casa Morada, etc. Peter Ronquillo, mentor y vocero de El Nodo, aclara que sus eventos brindan un escenario tanto a artistas independientes nuevos, como a los de trayectoria. “Guayaquil no tenía espacios nocturnos con el valor agregado de cultura, que incluya servicio de bebidas y alimentos, fuimos uno de los primeros con este concepto, me alegra saber que se están creando nuevos proyectos con formato artístico en la ciudad”, dice.