Anfitriones de buen gusto
ES UNA GENERACIÓN DE HOMBRES QUE SIEMPRE HA EXISTIDO, MAS AHORA EL MARKETING LOS ETIQUETÓ COMO GASTROSEXUALES, TÉRMINO QUE GUSTA A MUY POCOS Y AHUYENTA A OTROS.
SENTADOS en el comedor, el dueño de casa sirve una ensalada de peras grilladas (a la parrilla), queso azul, salsa de miel y vinagre balsámico. Luego vienen langostinos y pulpo al grill con chimichurri de albahaca y almendras, todo esto acompañado con una copa de vino tinto. Se le hizo agua la boca, ¿verdad? Pues este festín, entre otros, lo puede elaborar un gastrosexual. Un gastro… ¿qué? Un hombre que cocina como chef de restaurante, pero no lo es; alguien detallista para comprar los ingredientes, prepararlos y servir una buena mesa. Pero no termina allí: ellos completan el momento con una conversación tan apetecible como sus platos. Son de agenda apretada, por la profesión que desempeñan (no vinculada a la gastronomía), como Iván Sierra, experto en marketing, quien se da tiempo para preparar comida gourmet y así agradar los paladares de sus invitados: familia, amigos, pareja y a sí mismo, principal característica de esta casta varonil, ‘bautizada’ en el 2009 por la Future Foundation, de Londres, consultora líder en identificar tendencias, la misma que los describió como una tribu urbana que gusta de experimentar de la cocina y haya placer en hacerlo, de clase media-alta, cosmopolita y culta. En dicho estudio también se determinó que cocinar era parte del arte de seducir, que un varón en la cocina es más sexy. Y a Billy Giraldo, publicista, actor y modelo, le ha ido bien, ya que reconoce que la cocina le ha funcionado tanto en el cortejo como la reconciliación. Son hombres que cuando recorren el mundo recrean los platos que degustaron. Así lo hace Andrés Seminario, experto en comunicación y relaciones públicas, quien toma de su minihuerto lo necesario para sus recetas. Recurren a vídeos, cursos, eventos gastronómicos, a la experimentación... a todo, con tal de hacer memorable el momento para sus comensales. Esas son las vías de aprendizaje del arquitecto Fernando Delgado, quien cuida cada detalle, sobre todo la parte nutricional. Una particularidad con la que coincide la nutricionista Diva Sotomayor, quien revela que a su consultorio acuden varios gastrosexuales deseosos por conocer sobre la combinación de alimentos. Si comer es un placer, lo es más si ellos cocinan. Sofisticada, fitness y creativa, así es esta nueva casta masculina que aún está en ebullición, y no solo en Guayaquil.