Truco
u La técnica ‘no/sí’. Los gatos se rascan en el sofá porque quieren dejar su olor donde frecuenta su dueño (es un cumplido). Una de las maneras de detener el daño en los muebles, dice, es usando la cinta de doble cara en el sofá. Así no querrán rasguñar porque quedan atrapados. Recomienda colocar a la derecha del sofá un afilador de uñas resistente. Al darles un ‘no’ y al mismo tiempo un ‘sí’ se los entrena, revela Galaxy. Solo asegúrese de que el ‘sí’ sea lo más atractivo posible.
u Si odia ir al veterinario... La mejor opción, menciona, es la consulta profesional en casa, pues detecta que los animales son más receptivos al proceso si no dejan su hogar. Por otro lado, recomienda no usar el portador del gato solo para llevarlo al médico sino para actividades positivas. De esa forma, cuando sea hora de ir al galeno no lo asociará con algo malo. Asegúrese -enfatiza- de que el veterinario que lo atiende sea bueno interactuando con ellos. u Para que sea amigable. Es fundamental socializarlos desde temprana edad con personas y otros animales. Eso definirá su conducta en la vida adulta.