Ser papás: una oportunidad de cambio
Ritxar Bacete, especialista en Paternidades Positivas, antropólogo, investigador y padre, desde España conversó con SEMANA.
¿La educación en equidad podría prevenir la violencia de género?
Es importante poner encima de la mesa la evidencia empírica que responde al resultado de muchas investigaciones, donde se muestra que introducir el cuidado como un elemento central de la identidad masculina hace que estemos hablando de hombres diferentes... Que se conectan con las emociones, con la empatía y sobre todo con la capacidad de ponernos en el lugar de las otras personas. Esto invalida automáticamente la violencia intrafamiliar, previene la violencia contra las mujeres, pero a la vez es un factor de salud para los propios hombres... Tenemos evidencia que identifica que los niños y las niñas de aquellas familias donde el padre es más igualitario y cuidador, van menos al médico, tienen mejor salud física y mental.
¿Qué rol cumplen los quehaceres del hogar?
No puedo ser un padre feminista, mujer, niña y niño que ha sido víctima de alguna forma de violencia por parte de hombres. Si desea participar, vista camiseta de color positivo o justo si no limpio el baño, si no cocino... tampoco un buen compañero si no nos unimos con equidad a aquella parte de la reproducción de la vida que es pesada, cotidiana y, sobre todo, de la cual no tenemos ningún reconocimiento... Toda esa parte invisible del hogar es fundamental, pero sobre todo no explotar a alguien que tienes junto a ti que generalmente suele ser la pareja. A ningún hombre se le ocurriría plantearle a sus compañeros y compañeras que hagan el 80 % del trabajo. El gran invento del patriarcado es que las mujeres lo hagan gratis y con amor. Cuando habla- blanco y lleve globos.
u ¿Dónde? Parroquia El Laurel-Daule, avenida Martina Arcadia Espinoza (Cruz Azul Centro). mos de las tareas domésticas nos referimos a trabajos reproductivos que son fundamentales para el mantenimiento de la vida.
¿Ser un padre feminista es igual a practicar la paternidad positiva?
Para mí, el feminismo tiene que ver con una forma de analizar críticamente el rol que jugamos en la sociedad... Acuñé el término ‘paternidad positiva’ porque puede ser una forma más amable para llegar a los hombres... Si a veces nos genera incomodidad el feminismo es porque sabemos que detrás de una posibilidad igualitaria, está el cuestionamiento de los privilegios masculinos. Lo que compartimos los hombres que nos consideramos feministas y los que no, al menos, es el interés de que nuestros hijos e hijas sean felices.
¿Cómo empezar?
Hay que hacer un viaje a la honestidad. Empezar a decidir de forma responsable, y madura, qué tipo de hombre queremos ser y qué tipo de padres queremos ser. Es como mirarte al espejo y luego ser capaz de salir a la calle, a la vida, con la mejor de tus versiones.