“De niña quise ser científica”
SU RETO EN EL SECTOR INDUSTRIAL CONSISTE EN HACER USO EFICIENTE DE LOS RECURSOS Y LA ENERGÍA QUE IMPLICAN LOS PROCESOS DE PRODUCCIÓN.
ES ABOGADA y presidenta de la Cámara de Industrias, la primera mujer que desempeña ese cargo. No le parece ninguna conquista extraordinaria solo por el hecho de ser mujer, pues no recuerda que en su familia haya habido alguna discriminación en términos de educación y trabajo en relación a sus hermanos. Sin embargo, cuando su hermano fallece es el momento en que su padre la llama a asumir la gestión de la empresa industrial familiar y eso sí costó dolor. Su carrera en el sector industrial y su visión femenina le dan a Caterina Costa Luna una mirada especial a la relación existente entre la industria, la mujer y el medio ambiente como parte del desarrollo del mundo.
Estamos atravesando una situación económica complicada. ¿Qué opina de la propuesta del presidente Moreno como opción para la crisis?
Rescatamos los espacios de diálogo que el presidente Moreno lideró tanto para el sector público como para el sector privado. Internamente nos hizo bien. Miro hacia atrás y aunque mantengamos nuestras dudas con la propuesta realizada por el presidente Moreno, volvería a dialogar mil veces más. Nosotros siempre supimos que las decisiones no las tomaba el sector privado sino el presidente, pero asimismo las consecuencias de esas medidas no serán nuestras.
Valoraron el espacio de diálogo, pero no asistieron el día que los convocaron para lanzar la propuesta. Nosotros levantamos un verdadero plan de reactivación, fue un proceso en el que participó mucha gente, incluso académicos. De esas ideas hubo unas que tenían impacto económico y otras no. Después de eso nace el Comité Ejecutivo dentro del cual estaba el Frente Económico y durante el tiempo que compartimos las charlas no nos dijeron nada de lo que iban a disponer. Sabemos que no tenían la obligación de anunciárnoslo previamente, pero estábamos dialogando.
¿Cómo reaccionó el presidente con esto?
Dispuso que haya una siguiente reunión porque manifestamos nuestro desánimo y le hemos presentado una nueva propuesta que no genera más impuestos. El presidente ha dicho que un importante porcentaje de las propuestas inicialmente hechas por el sector privado han sido incorporadas, pero aún no sabemos qué porcentaje exactamente. Esperaremos la ley para tener mayor información.
Así como propusieron al presidente una salida sin impuestos, ¿cuál ha sido la propuesta que el sector se ha hecho a sí mismo para contribuir a la salida de la crisis ?
Respecto al Impuesto a la Renta sostengo que si hay renta se pague. Eso ya ni se discute. Lo que vemos es un desbalance entre el esfuerzo que hace el sector privado al seguir asumiendo cargas tributarias versus el esfuerzo que hace el sector público.
¿Y si la industria crea más empleo?
Estamos en una etapa de estancamiento. Eso lo evidencian las cifras del crecimiento del país. Este año no nos ponen, ni siquiera, por encima de un punto de crecimiento. Hay una sensación de desánimo, las medidas no son suficientes.
Ahora hablemos de ti. ¿Cuáles fueron tus orígenes en el mundo industrial?
El origen fue triste. Mi hermano falleció hace 20 años, había sido director de la Cámara y presidente de la Asociación de Plásticos, por dos períodos. Mi padre también tuvo una estrecha relación con la Cámara y cuando Felipe se fue me dijo: “Ahora vas tú”. Me sorprendió y aunque en mi hogar nunca hubo discriminación entre hombres y mujeres, porque todos estudiábamos igual y recibíamos las mismas reglas y retadas, sí me sorprendió este pedido.
Me duele, tal vez más como mujer, cómo se desmotiva a la empresa privada en la creación de más plazas de trabajo”.
¿Qué recuerdas de esos inicios?
Recuerdo a caballeros maravillosos que me dieron su apoyo y me fui involucrando en esa misión de cómo ayudarnos entre pares. ¡Me encantó! Me capacité en temas de plástico y así me fui adentrando en el sector, postulándome como vicepresidenta de la Cámara cuando Francisco Alarcón se candidatizó. Hice un período con él. Luego me postulé a la presidencia de la Asociación de Plástico. Hice tres períodos.
Una carrera en un mundo industrial de hombres.
Sí, los hombres piden mucho la participación de la mujer.
¿En el sector hay suficientes mujeres?
La equidad de género es básica. Para la nueva generación es mucho más fácil esto de la igualdad porque nos abrieron el camino. En los espacios que he participado no he sentido tanta dificultad, sino mucho apoyo. Tengo una educación familiar y ejemplos referentes, como mi suegra por ejemplo, quien como mujer y profesional se ha destacado. Eso motiva. ¿Cómo lograr una mayor incorporación de mujeres en el sector industrial?
Estoy convencida de que la participación profesional de la mujer en la industria es mucho más que un objetivo, es una condición para el desarrollo de las empresas. Por eso, es importante hacer conciencia respecto de los beneficios en competitividad que genera su incorporación, por la diversidad que se crea en los equipos de trabajo, con el fin de ampliar las oportunidades para que este tipo de contratación se lleve a la práctica en mayor número que el actual. Conforme se va incrementando la demanda de la mujer para roles no tradicionales, aceptando en las industrias los retos en áreas como las de producción y mantenimiento, se logra enriquecer la interacción del personal con las profesionales de primer orden que provienen ahora, en mayor número, de carreras técnicas y de ingenierías.
Invito a las mujeres a participar en la industria, un espacio fascinante de transformación material de productos, pero también personal y profesional desde el aspecto humano, donde cada día encontrarán valiosos colaboradores que buscan que brillemos con luz propia. ¿Cuáles son los retos del sector?
El sector industrial tiene como retos mejorar su gestión en cuanto al uso eficiente de los recursos y de la energía que utiliza para sus procesos de producción. Esto implica una mayor aplicación de metodologías tales como ‘Producción más limpia’ o ‘Responsability Care’. También es importante adaptarse a las nuevas formas de trabajo que surgen de la aplicación de las nuevas tecnologías de información y comunicación (la industria 4.0) y establecer mejores formas de relacionarse con la comunidad a través de actividades de responsabilidad social empresarial.
¿Qué le falta a la industria para ser un completo aliado del medio ambiente?
Con la contribución de la industria se han logrado innumerables avances para reducir el impacto que el creciente número poblacional genera y demanda en el mundo, tales como la preservación de los alimentos, la conservación del agua, la ciencia y la medicina, el suministro de energía solar o eólica, la tecnología, entre otros, aplicables a todas las ramas de la producción (agricultura, construcción, transporte, etc.).
En Ecuador la mayor parte de las industrias cumplen estrictas normas ambientales. Sin embargo, también podrían utilizarse nuevos instrumentos disponibles como los del mercado de carbono, la medición de su huella ambiental, sellos verdes, etc.
Si todo es una cadena, me refiero a las distintas cámaras y actividades de producción, ¿cuál crees que debería ser el aporte de la ciudadanía no agremiada?
La ciudadanía tiene un instrumento de mucho poder a la hora de comprar. Para eso es preciso un consumidor responsable e informado, de modo que pueda optar por bienes que hayan sido producidos bajo condiciones de respeto al ambiente, al comercio justo, con buenas relaciones laborales, aspectos que hoy constituyen un valor agregado de las empresas. Básicamente creo que es un tema de comunicación y cultura que debe ser un compromiso de todos: productores, consumidores y Estado.
El sector privado es el que debería generar el dinamismo en la economía”.