La musa del cine japonés
Elegida como una de las Musas del Cine Japonés, en el 30° aniversario del Festival Internacional de Tokio, Sakura Ando es una de las más jóvenes ‘Made in Japan’. Y mientras en las salas de cine proyectaban dos de sus filmes, ‘Our Homeland’ y ‘0.5 mm’, nos recibió en el piso 49 de una de las torres más altas de Tokio.
¿Qué se necesita para ser musa del cine japonés?
El hecho de que me hayan seleccionado, me hace encoger como una flor en el mar. Trato de disfrutarlo con modestia, pero al ver a las otras musas del festival, me doy cuenta de que pertenecemos a la misma generación y yo también las considero mis musas por la calidad del cine y la textura de la piel.
¿La textura de la piel?
Sí, es difícil describir la piel, pero pienso que la emoción sale de los poros y una musa japonesa debería expresarse con emociones que valgan la pena grabar en los pequeños ‘pixels’ de una pantalla.
¿En el cine japonés hay discriminación con las mujeres, como se quejan en Hollywood?
Yo nunca la sentí. Nuestra frustración pasa por los presupuestos demasiado bajos. Pero tenemos directoras mujeres y supongo que la discriminación entre hombres y mujeres pasa por la perspectiva femenina que brinda otra calidad al cine. Pero deberíamos hacer cine sin importar el género.
En una nación tan futurista como Japón, ¿cómo imaginas tu futuro en el mundo del séptimo arte?
No tengo demasiadas ambiciones, pero quiero que los personajes me sorprendan. Me encantaría filmar en 3D o incluso realidad virtual como ‘Carne y arena’ de Alejandro G. Iñárritu. Tengo una imagen en mi mente, donde me encantaría hacer una compañía de circo saliendo a volar al mundo del cine… como si tuviera mi propia orquesta.