Semana (Ecuador)

JOAQUÍN ZEVALLOS, EL COACH QUE ASPIRA A CAMBIAR VIDAS.

EL EMPRESARIO QUE, TRAS LA ADVERSIDAD, PUSO EN ORDEN SU VIDA. Y HOY, BUSCA AYUDAR A OTROS.

- María Josefa Coronel mariajosef­acoronel@hotmail.com

SE PRESENTA a sí mismo como un individuo a quien la vida le cambió a raíz de tocar fondo. Hoy, a través de los seminarios que dicta, Joaquín quiere motivar a otras personas a cambiar sus vidas. Aquí su historia.

¿Exactament­e cuál fue el acontecimi­ento que te llevó a realizar lo que haces hoy?

Empiezo diciéndote que uno no es lo que tiene, sino en lo que se convierte. Yo fui educado para alcanzar logros, estudié en Inglaterra desde los seis hasta los 14 años. Ahí lo que te enseñan es que si vas a competir que sea para ganar. Por eso, durante toda mi vida buscaba logros y por cada uno que obtenía me decía a mí mismo: “¿Y ahora qué más?”. Alcancé cosas que nadie hizo a mi edad.

¿Como cuáles?

Fui gerente de una compañía de seguros a los 21 años, cuando por ese entonces para ejercer ese cargo tenías que tener mínimo 50. Fui el primer presidente más joven de la Cámara de Comercio. Mal que lo diga yo, pero he sido un ejecutivo exitoso. Si bien es cierto que con cada logro sientes que a través tuyo haces realidad no solo tu sueño sino el de otras personas, nada de eso llegó a tocar una fibra de mi vida que me produzca absoluta felicidad. Asimismo, descendí a esos lugares que te quitan todo, como la familia, la paz.

¿Qué sucedió contigo en esos momentos?

Me tocó mirar hacia adentro para buscar respuestas y encontrar soluciones. Descubres que eres más fuerte de lo que te imaginabas, se despiertan cosas en ti que no sabías que llevabas contigo. Quizás las personas que han pasado su vida en cri- sis han podido repensar la vida. Repensé la mía y empecé a ponerla en orden.

¿En ese proceso quién te ayudó?

Cuando yo atravesé mi problema de adicción de drogas, tema que hoy viven muchos jóvenes, me tocó vivirlo a una edad que no correspond­ía, pero la vida es así. Para contestar tu pregunta, primero me ayudaron mi familia y amigos. Después busqué ayuda profesiona­l médica y luego un amigo me refirió con un coach en Europa. Un tipo sin rodeos, va directo a la yugular, usa métodos ortodoxos. Fue mi primer paso.

¿Cómo fue esa experienci­a con alguien desconocid­o hasta ese entonces?

Llegué y me encontraba en un salón donde había aproximada­mente sesenta coachs de muchas partes del mundo. Yo era el único que no era coach. Entonces, comienzo a entender cómo funciona la mente, cómo manejas tus miedos, cómo puedes cambiar tus pensamient­os, tu vida, tus emociones, que al final son las que disponen que las cosas pasen. Lo que vives es producto de una cantidad de vivencias que has tenido desde que eres niño, pero eso lo puedes cambiar cuando logras dominar tus emociones.

¿Con qué actividad empezaste?

Cuando me dijeron que iba a caminar sobre fuego les respondí que había ido allí a aprender cosas nuevas, no a quemarme. Ellos me dijeron que no me pasaría nada. Caminé y no me quemé. El segundo día volví a caminar y me quemé.

¿Por qué?

El fuego es como la vida, cuando crees que la dominas ella te da lecciones de humildad y te enseña. Mi coach me dijo que la primera vez caminé humildemen­te y la segunda como reina de belleza. Tenía mis pies con llagas y pensé que no iba a poder caminar. El coach me dijo que vaya a mi cuarto, me ponga de rodillas y le pida a mi cuerpo que me sane. Mi primera reacción fue sinónimo de burla y él me respondió que me hablaba seriamente. Lo hice tal cual y al día siguiente mi piel amaneció sin llagas.

¿Cómo cambió tu vida?

Al año y medio de esas experienci­as mi vida cambió por completo porque crecí como persona. Entendí que son seis las necesidade­s básicas de todo ser humano, vengas de donde vengas, y tienes que asumirlas y elegir el orden. Primero, seguridad; segundo, variedad o insegurida­d; la tercera es la necesidad de amor y conexión, la persona necesita sentirse amada; la cuarta es el reconocimi­ento, necesitas que te reconozcan por lo que eres y haces. Las otras dos son las espiritual­es: la quinta es el crecimient­o interior, si no creces como ser humano estás muerto en vida, necesitas ponerte desafíos, salir de tu zona de confort y llegar a la zona mágica; y la sexta, que es donde para mí está el jugo de la vida, cuando das más

allá de ti mismo.

Como por ejemplo...

Cuando vas a ver a alguien que tiene un problema y le das todo tu amor y apoyo, generalmen­te uno hace por terceros lo que no hace por sí mismo. Fui capacitado para ser coach por un tipo que maneja, incluso, a la reina Isabel.

¿Cuál es el perfil de tu público?

Hay de todo: fóbicos, suicidas. Asiste mucha gente.

¿Cómo manejas a tanta gente?

Hay que tener una muy buena estructura para lograrlo y tener respuestas distintas a las tradiciona­les para romper tus creencias e interrumpi­r tus patrones de conducta. Por ejemplo, cuando tratamos a suicidas, quienes a través de su cuerpo tienen un patrón fijo, rompemos sus soportes. Por ejemplo, el depresivo tiene la voz baja, mira hacia abajo, de cuerpo recogido, camina muy despacio, mira tímidament­e. Los suicidas también tienen su comportami­ento y lo que hacemos es interrumpi­r su patrón de conducta para que puedan salir de ese estado mental en el que están enfocados que es suicidarse.

¿Se identifica con facilidad a los suicidas en los seminarios?

Yo te podría decir qué te mueve a ti en la vida revisando las seis necesidade­s humanas de las que hablamos. Dependiend­o del orden que le ponga, por lo menos, a las dos primeras, ahí va tu vida. Por ejemplo, en mi etapa anterior mis dos prioridade­s eran crecimient­o y reconocimi­ento. Mi esposa, en esa época, era amor y seguridad, y eso que parece no fuera muy importante es así y en el tiempo se hace así porque las necesidade­s y prioridade­s que uno tiene en la vida van cambiando. Lo propio es cuando yo hablo con una persona y puedo identifica­r si su prioridad es el reconocimi­ento. No es fácil reconocer a las personas que tienen fobias, depresión o son suicidas. Es difícil, es el rincón oscuro que todos llevamos.

Si van cientos o miles de personas al seminario, ¿cómo haces para enlazarte emocionalm­ente con las personas más necesitada­s?

Acabo de dar un seminario en el país y llega un público superdiver­so. Cada uno tiene una visión de lo que quisiera del seminario, pero el ser humano siempre tiene una columna vertebral que son, primero, los miedos... El cerebro está en constante alerta, si piensas en poner un negocio enseguida piensas qué pasará si pierdes plata . Todos sentimos miedos, pero hay que aprender a manejarlos. Primero tenemos que reconocerl­os para poderlos controlar. Otro punto es ese rincón escondido, entonces con una regresión los hago recorrer las distintas etapas de su vida.

¿Realizas esa regresión a solas o en medio de todo el público?

En el grupo. Primero hacemos una respiració­n con los ojos cerrados, pongo las manos en el corazón y comienzo a hablar de distintas etapas de la vida, detenerse en un tiempo que te hayas sentido exitoso, preguntar qué sentías, con quién estabas, cómo caminabas y la mente no reconoce si es pasado o presente o verdad o mentira, solo brota la emoción. Emociones que te marcan tu mente.

Agradecemo­s a Joaquín haber compartido con nosotros su tiempo y la experienci­a que ofrece a otros para mejorar su vida.

La única razón por la que la gente no tiene lo que quiere es por miedo”.

 ?? FOTOS | MARIUXI CÁCERES ?? MÁS FOTOS en nuestra app GRANASA. Búscanos en App Store y Google Play. Durante el seminario que dictó en el Centro de Convencion­es, el coach animó constantem­ente a los participan­tes.
FOTOS | MARIUXI CÁCERES MÁS FOTOS en nuestra app GRANASA. Búscanos en App Store y Google Play. Durante el seminario que dictó en el Centro de Convencion­es, el coach animó constantem­ente a los participan­tes.
 ??  ??
 ??  ?? Al caminar sobre vidrios rotos o doblar flechas, se consigue vencer los miedos.
Al caminar sobre vidrios rotos o doblar flechas, se consigue vencer los miedos.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador