SÍNDROME FRAUDE, DEL
más común de lo que se cree
“Muchas veces lo que obtengo de la vida se me hace demasiado. Creo que no me lo merezco porque es mi obligación cada día salir a hacer cosas buenas, o ser inteligente y ser capaz de...” Annabell Mite, estudiante de Contaduría “Escribí el guión de un largometraje para concursar en Ibermedia y ganó el premio a la producción. Sentí que todos eran estúpidos por haber premiado eso. La sensación me duró años...”. Kenneth Carrera, fotógrafo
Siete de CADA DIEZ PERSONAS han sentido que sus logros responden a cualquier orden, menos al esfuerzo y habilidades propias.
¿Quién te dio permiso para hacerlo? Acaso tienes un título que avale tu epíteto de artista. ¿Sí? Pero ¿y el talento? ¿Lo tienes? Quizá usted no sea un artista, pero el ejemplo ha punzado su pecho porque en varias ocasiones, cuando ha probado cosas nuevas o ha hecho algo dentro de su zona de confort, ha terminado cuestionándose: ¿soy un fraude?
El primer paso para lidiar con ese miedo es saber cómo llamarlo. Dos psicólogas estadounidenses, Pauline Clance y Suzanne Imes, le dieron nombre en un ensayo publicado en 1978: el síndrome del impostor, una condición que consiste en desmerecer el propio éxito, atribuyéndolo tan solo a un golpe de suerte.La persona se siente fracasada y vive con un temor constante a ser ‘descubierta’.
Rocío Álvarez, médica psiquiatra del grupo hospitalario Kennedy Samborondón, afirma que “este síndrome se da en ambos sexos, pero especialmente en mujeres criadas sin reconocimiento, con reglas y estándares muy altos y falsos valores de humildad”.
Hablar de los logros individuales, prosigue, incrementa el funcionamiento de las personas porque “con lo positivo uno construye y con lo negativo se mejora, pero estas personas se enfocan solo en lo negativo por depresión, costumbre o cansancio”.
Un ejemplo certero es Maya Angelou, poeta y compositora norteamericana ganadora de tres premios Grammy, nominada a un premio Pullitzer y a un Tony. Angelou compartió, pese a sus logros: “He escrito 11 libros y al iniciar, cada vez, pienso: ‘van a descubrirlo ahora, me he burlado de todos y me van a descubrir’”.
Valerie Young, médica especialista en el síndrome y autora del libro ‘Pensamientos secretos de una mujer exitosa’, afirma que siete de cada diez personas han sentido sus estragos al menos una vez en la vida.