La capacidad de ser feliz incluso cuando tienes heridas en el alma”.

Origen. El término proviene del latín ‘resilio’, es decir, volver atrás, dar un salto o rebotar, como les ocurre a las gomas elásticas cuando se estiran y regresan a su estado inicial. El concepto se comenzó a emplear en la física y fue Michael Rutter quien lo acuñó en 1972 para las ciencias sociales. El primer autor que empleó esta palabra fue John Bowlby, creador de la teoría del apego; mas fue Boris Cyrulnik, psiquiatra, neurólogo y psicoanalista, el que dio a conocer el concepto de resiliencia en el ámbito de la psicología en su best seller ‘Los patitos feos’.

XLa resiliencia no es una cualidad innata, ni está impresa en nuestros genes, pero lo que sí puede haber es una tendencia genética que predisponga a tener un ‘buen carácter’. La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida.

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Es importante saber que no es posible proteger a los niños de la adversidad, angustia y dolor propios de la vida, pero sí es posible criarlos con capacidad de resiliencia. Esta les proporcionará las herramientas necesarias para responder a los retos de la adolescencia, y así vivir de manera satisfactoria y plena a lo largo de su vida adulta.

Según la Asociación Americana de Psicología, son los padres los que deben alimentar una autoestima positiva en sus hijos, y ellos los primeros en practicarla. Hay que ayudarlos a recordar cómo pudieron lidiar satisfactoriamente con dificultades en el pasado y cómo esa experiencia les servirá para manejar los desafíos futuros. Que aprendan a confiar en sí mismos para resolver los problemas y tomar las decisiones adecuadas. Enséñeles a tomar la vida con humor y la capacidad de reírse de sí mismos. En la escuela, ayude a los niños a ver cómo los logros individuales contribuyen al bienestar, en general, de la clase.

Fomentar los valores, la confianza y la comunicación entre la familia.

XEvitar mentir frente a los pequeños. Se enseña más con los hechos que con las palabras. Si es necesario no decir la verdad y usted está junto a su hijo, debe explicarle inmediatamente

Xpor qué lo hizo en ese momento. Recuerde, los niños son como una esponja, absorben todo lo que ocurre en el ambiente.

Trabajar en su autoconfianza. Es importante que aprenda a quererse tal como es y que, pese a todo, sienta que su familia siempre lo va a amar.

XEliminar la imagen de padres autoritarios que ejercen la disciplina por medio del miedo. Si se aplican castigos excesivos o muy radicales pueden generar ansiedad y preocupación en el niño, lo cual hace que él crea que la mentira es la única manera de ‘salvarse’ de las represalias de su equivocación.

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Frutillas.

Poseen cerca de 90 mg de vitamina C por cada 100 gramos, y son buena opción para obtener ácido ascórbico en esta época del año cuando los resfriados y la gripe aumentan. Además tienen fibra, antioxidantes y ácido fólico.

Brócoli.

Con 89 mg, más del doble que la naranja, el brócoli es uno de los vegetales con más vitamina C, que permite, además, múltiples elaboraciones. López aconseja optar siempre por cocciones al vapor o incluso al horno, y evitar hervir las verduras demasiado, “ya que buena parte de los nutrientes se quedará en el agua donde se las cocinó”. Utilícela en ensaladas, cremas y sopas.