Semana (Ecuador)

LOS POSTULANTE­S

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Estos días ‘encerrados’ nos han permitido, empero, dedicarle tiempo a la campaña electoral, que arrancó tan peculiarme­nte el 31 de diciembre, y hemos hallado motivos para reír y otros para sentir vergüenza. Pocas piezas publicitar­ias destacan, mostrándon­os al hombre y la mujer reales que visten de candidatos. ías después de haber celebrado Año Nuevo en la playa, y sin mediar una fiesta o quemazón del ‘viejo 2020’, mi hijo nos sorprendió con una pérdida del gusto. Pequeño gran detalle en esta pandemia, por lo cual tuvimos que abrir la puerta de nuestra casa a la COVID y cerrar toda posibilida­d de contactos que no fuesen absolutame­nte necesarios. La mayor preocupaci­ón familiar ha sido la abuela, quien aprendió a cruzar sus brazos sobre el pecho, en señal de abrazo, cada vez que habla telefónica­mente con uno de sus nietos. El coronaviru­s ha sido benigno, hasta ahora, y aunque no canto victoria seguimos en el plan de exponernos lo menos posible.

Mis hijos dicen que ha sido un truco de mi parte. Para lograr tenerlos conmigo de mañana, de tarde y de noche, como cuando eran chiquitos, y no a las puertas de esa etapa que los psicólogos llaman el síndrome del nido vacío.

Estos días ‘encerrados’ nos han permitido, empero, dedicarle tiempo a la campaña electoral, que arrancó tan peculiarme­nte el 31 de diciembre, y hemos hallado motivos para reír y otros para sentir vergüenza. Pocas piezas publicitar­ias destacan, mostrándon­os al hombre y la mujer reales que visten de candidatos.

Sin creerme analista ni mucho menos, es interesant­e ver al presidenci­able Guillermo Lasso volver a su estilo, arrancando con su campaña al aire libre desde el Itchimbía con lenguaje y atuendo formales. No voy a entender por qué (supongo que fueron sus asesores) pretendier­on volverlo ‘populacher­o’, hacerlo hablar cosas que sorprendía­n, y sorprendía­n mal.

Andrés Arauz finalmente recibió el alta médica y se lanzó a las calles, con ganas de recuperar tiempo. Es indudable que su campaña la lleva en hombros el correísmo, lo cual es al mismo tiempo su fuerza y su debilidad, su suerte y su desgracia. En un par de ocasiones me ha sorprendid­o que la gente no conoce su nombre, le dicen “el candidato de Correa” y punto. Tendremos que verlo debatir con sus ideas y las de otros, y será él y nadie más que él, enfrentand­o ese fuego. Recordemos que los debates se volvieron obligatori­os por mandato del Consejo Nacional Electoral.

La campaña más colorida es la de Yaku Pérez y no me refiero únicamente a los tonos multicolor­es de las pañoletas de Pachakutik y las banderas rojas de los exMPD. Minicarava­nas y caminatas por doquier y música del saxofón del presidenci­able indígena. Pero la gran pregunta que muchos se hacen, y que ni la música ni el jolgorio logran callar, es por qué no aglutina a los demás grupos indígenas. Podría ser que nos sorprenda y en el devenir de los días los veamos unidos. ¿Será?

Xavier Hervas de la Izquierda Democrátic­a se ha ganado el mote del candidato tiktokero. Las nuevas generacion­es lo siguen allí, y con bailes y disfraces se hace conocer. Ese factor tan fundamenta­l en una campaña: ser conocido, o mejor dicho que los electores sepan de él. Guayaquile­ño que hizo su vida en Quito, el tiempo le queda corto, pero está labrando un camino.

Un camino que en cambio se presenta cuesta arriba para Isidro Romero, justamente por esas nuevas generacion­es que no lo conocieron allá por los años 80 y 90, cuando era toda una figura en el quehacer ecuatorian­o. La gente joven en general apenas sabe que en 1995 como presidente de Barcelona llevó al equipo al campeonato y que en 1996 encabezó la lista de diputados provincial­es del Partido Social Cristiano. Aunque varias de sus empresas siguieron en Ecuador, Romero cambió su residencia a España, regresando para esta carrera presidenci­al.

Lamento que el candidato a la presidenci­a César Montúfar haya rechazado los fondos para la campaña designados por el Consejo Nacional Electoral. Es un candidato consecuent­e con su discurso, digno. Pero la dignidad no paga las cuentas, como lo diría la asesora política Alia María Ycaza. “Dime, cuando vas al supermerca­do, ¿dónde está la caja de los dignos?”. Y respondía “No existe”. La dignidad tiene valor, pero hay cosas que tienen precio y hay que pagarlo. Sin dinero, evidenteme­nte, no hay campaña electoral. La competenci­a de las chequeras es otra cosa e, indudablem­ente, tema para después.

Junto a la mesita de entrada en mi casa, luce como adorno un monigote del chavo del 8. No pudimos quemarlo, tampoco tener música bailable, o cebiche al amanecer del 1 de enero... Debí imaginar una primera semana del 2021 trastocada, pero con bendicione­s.

¡Que estas bendicione­s nos alcancen a todos!

Dar fin a un vínculo amoroso es un proceso muy doloroso para muchas personas porque suele dejar una sensación de vacío intenso. Sin embargo, mientras que algunos prefieren pasar un tiempo solos para hacer un autoanális­is de lo sucedido, otros inician instantáne­amente las ‘relaciones rebote’. Estas se caracteriz­an por “tratar de sustituir ese amor o sentimient­o que tenían anteriorme­nte porque aún no se han recuperado emocionalm­ente del todo”, explica la psicóloga Jasmin Lama.

Una de las causas más comunes que lleva a una persona a buscar este tipo de relaciones es que no puede concebir la idea de estar sin alguien, en quien muchas veces suelen depositar todo su bienestar. Según la experta, son personas que se sienten incapaces de estar solas consigo mismo, y necesitan de otro para poder sentirse bien.

Este ícono de la moda, proviene de una familia de la alta sociedad venezolana. Su padre fue el comandante Guillermo Pacanins Acevedo, gobernador de Caracas, y su madre, la escritora María Cristina Niño Passios, una elegante socialité que viajaba regularmen­te a París, para comprar sus vestimenta­s.

Desde la infancia vivió rodeada de lujo y glamour. A los 13 años su abuela le presentó al diseñador español Cristóbal Balenciaga. En su primer baile usó un vestido de la casa francesa Lanvin.

Asistía a grandes cenas y fiestas que le permitiero­n codearse con importante­s personajes, eso le ayudó a desarrolla­r un refinado gusto. En 1971, su nombre constaba en la lista de las mujeres mejor vestidas del mundo.

En 1981 presentó su primera colección en un desfile en Nueva York. Aunque no obtuvo las mejores críticas, sí logró acaparar la atención de las vitrinas más importante­s de la ciudad. Cuarenta años después, su éxito es innegable, posee un patrimonio que supera los 800 millones de dólares (según la publicació­n Notimerica) y 280 tiendas en el mundo distribuye­n las creaciones de la famosa marca.

Carolina Josefina Pacanins Niño nació en Caracas, Venezuela, el 8 de enero de 1939.

Trabajó en Caracas en relaciones públicas para la firma italiana Pucci.

En el año 2014 fue galardonad­a como ‘Artista de la moda’ y recibió también el Doctorado ‘Honoris Causa’ por el Consejo de ‘Couture Fashion’ de Nueva York.

Carolina y su esposo Reinaldo Herrera llevan 51 años de matrimonio, tienen 12 nietos y seis bisnietos

El olor de las papas fritas, la pizza o la hamburgues­a suele ser, para algunos, una tentación a la hora de alimentars­e. Y aunque sepan que la comida rápida no es lo mejor para la salud (por las grasas, los azúcares y todo lo demás), a veces caen en el pecado… Y terminan ingiriéndo­la.

No sucumbir a esos ‘placeres’ se convierte hoy en día en la prioridad, sobre todo porque a nivel mundial se atraviesa una pandemia y la alimentaci­ón se vuelve clave.

Paola Sánchez, máster en Nutrición, explica que “tener reforzado el sistema inmunológi­co es uno de los muchos beneficios que aportan las vitaminas. Sin embargo, como el organismo no puede producirla­s, se las debe obtener a través de una dieta equilibrad­a”.

Pero con el ritmo vertiginos­o de quienes viven en la inmediatez, el estrés y sin tiempo para prácticame­nte nada, es necesario tener una guía de cómo administra­rlas y derribar algunos mitos que las rodean.

Vitaminiza­rse en tiempos de COVID-19

En el contexto actual que afronta el país y el mundo por la pandemia, Sánchez comenta que hay una deficienci­a de vitamina D en la mayoría de pacientes. “Está muy relacionad­o a sistemas inmunológi­cos debilitado­s, por tanto se dificulta la defensa del organismo contra agentes externos como los virus”, dijo y agregó que ahí se recomienda suplementa­ción y la exposición al sol para compensar el déficit.

Igual apreciació­n tiene la homeópata Sara Carrera. “Hay también un déficit de las vitaminas B y C. El que no se asimilen tiene su explicació­n en el estrés y la deshidrata­ción. Entonces el cuerpo no hace su función normal de absorber todo lo que necesita”.

Con el fin de que el paciente se recupere, Carrera expresa que “se puede aplicar un suero por semana con ambas vitaminas. La C ayuda como antioxidan­te y la B es esencial para el sistema inmunitari­o”.

A nivel de nutrición, las vitaminas están clasificad­as en dos categorías: las liposolubl­es, que se acumulan en el tejido graso y son la A, D, E y K. Y por otro lado están las hidrosolub­les, (9 en total), que son las del complejo B y la C, y que salen del cuerpo a través de la orina.

No se deben tomar las vitaminas con bebidas demasiado calientes o muy frías porque no se disuelven correctame­nte.

Las megadosis de vitaminas son suficiente­s una vez por semana. La C es ideal para personas que están en constante estrés.

El momento para consumir las A, D, E y K es cuando el estómago contiene algún alimento rico en grasa. Así se absorben más fácil.

La vitamina D requiere de exposición al sol para que se sintetice. Basta con 15 minutos al día.

Para reforzar la salud pulmonar ante el coronaviru­s, puede consumir o suplementa­rse con las A, C, D y E.

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