Le gusta la avena? Lea esto
SU ALTA CARGA DE CARBOHIDRATOS genera un impacto significativo sobre la insulina, y esto podría potenciar enfermedades del síndrome metabólico.
LA AVENA es un alimento que se ha posicionado fuertemente como una opción de comida saludable para bajar de peso sin considerar las implicaciones negativas que pudiera originar su consumo para la salud desde un enfoque hormonal y metabólico.
Influencia endocrina
Basado en la dinámica de nuestro sistema hormonal, el consumo de este alimento podría potenciar enfermedades del síndrome metabólico como la obesidad, diabetes tipo 2, resistencia a la insulina, entre las más comunes. Esto se debe a que su alta carga de carbohidratos genera un impacto significativo sobre la insulina, la hormona protagónica del metabolismo que se encarga, entre otras funciones, de convertir la glucosa en ácidos grasos para ser almacenados en los depósitos del cuerpo a través de un proceso llamado lipogénesis de novo. Por si esto fuera poco, una persona nunca consume avena sola (que de por sí tiene un índice glucémico alto de 53 en una escala de 0 a 100), siempre se la combina con ingredientes como pasas, endulzantes, frutas, yogures azucarados y otros complementos para aportar sabor; aumentando considerablemente el efecto explicado.
Otros factores de análisis
Los antinutrientes son sustancias que contienen las plantas y que actúan como un sistema de defensa para evitar ser consumidas por sus depredadores. Al ingresar la avena a nuestro sistema digestivo, estos compuestos pueden bloquear la absorción de ciertos nutrientes debido a que se adhieren a las vitaminas y minerales o inhibiendo las enzimas que los procesan en la digestión.
La avena por sí sola no contiene gluten, pero normalmente es procesada en plantas de tratamiento de otros productos que sí lo contienen, lo cual genera una contaminación cruzada que puede afectar a celiacos o personas sensibles al gluten, especialmente.
Un estudio reciente arrojó un dato extra y destacó incluso la contaminación por glifosato en productos elaborados con este cereal, un herbicida que estuvo presente en todas las 45 marcas estudiadas en Estados Unidos y de las cuales solo 2 dieron negativo a la presencia de este químico en las producciones de avena analizadas.