Semana (Ecuador)

Lorena Meritano “Sigo eligiendo vivir”

TRAS UNA TRANSFORMA­CIÓN ESPIRITUAL SE COMPROMETI­Ó CON LA CONCIENCIA­CIÓN DEL CÁNCER DE SENO. SIGUE ACTUANDO Y PRESENTAND­O TV; SU MÁS RECIENTE PROYECTO FUE LA PELÍCULA `DUEÑOS DEL TIEMPO'.

- Gianella Muñoz R. semana@granasa.com.ec

Camina liviana y sutil por el corredor que lleva a los salones del hotel Hilton Colón. Luce espléndida. Tiene puesto un vestido con aberturas y estampados florales en tono azul que contrastan con su cabello largo y cobrizo.

“Llegó Lorena Meritano”, anuncia la relacionis­ta pública. Al entrar, saluda con un abrazo cálido, de esos que transmiten confianza.

“Me estaba poniendo linda para ustedes”, dice y de inmediato pregunta al staff si quieren algún té o agua.

Había llegado a Guayaquil para ser parte del primer congreso wellness de cáncer de mama: Her2 positiva, y donde ella compartirí­a su testimonio.

Fue en el 2014 cuando le diagnostic­aron aquel tumor maligno en su seno. Sin embargo, los pronóstico­s no pudieron con la personalid­ad de esta mujer: fuerte, aferrada a la vida y, sobre todo, con una templanza de ánimo que es con la que enfrentó aquella situación y pudo salir adelante.

Tras 10 cirugías, 16 quimiotera­pias, se curó de una de las enfermedad­es más temidas.

Hoy, más alineada que nunca a sus propósitos, Lorena, recordada por el rol de la antagonist­a Dinora Rosales, de la telenovela `Pasión de gavilanes', busca despertar mentes y corazones desde sus múltiples proyectos que relata en una cálida entrevista con SEMANA.

Constelaci­ones familiares y bonding

Cuando le diagnostic­aron el tumor, su historia empezó a aparecer en páginas de periódicos de toda América Latina y a sonar en TV y cabinas de radio.

“Pasé momentos de mierda, y algo de eso mostré en las redes sociales. Otras miserias me las guardé”, dice de manera cruda y añade. “Yo no romantizo esa enfermedad, a cualquiera le puede pasar... A mí me mutiló. Me sacó los senos, me llenó de miedos, ataques de pánico, dolores físicos. Pero existe una vida después del cáncer y aquí estoy”.

Para ella fue un volver a nacer tras hacer un trabajo hacia adentro. “No solo somos cuerpo. La gente que se ocupa nada más de la enfermedad, y no de las emociones y la psiquis, no se termina de sanar. La salud se construye y es integral”.

De modo que a la par de las quimiotera­pias y cirugías, Lorena comenzó un proceso de sanación, que incluyó cambios en hábitos de alimentaci­ón, físicos, mentales, y también terapias holísticas que conoció en su natal Argentina.

“Al sanar temas personales es cuando más empiezas a escarbar en tu historia y te encuentras con lo que también pasaban tus antepasado­s, para eso existe la biodescodi­ficación, la desprogram­ación de enfermedad­es, las constelaci­ones familiares, que son una maravilla... Yo hice de todo”, recuerda y sigue enumerando lo que ahora ocupa sus días. “Hoy hago terapia de bonding, movimiento expresivo, yoga, meditación”.

Con arte transformó el dolor

Conectarse consigo misma la ayudó a soltar esa carga que llevaba en los hombros y que de una u otra forma la habían afectado emocionalm­ente. “Me di cuenta de que antes cumplía muchas cosas para satisfacer a la familia, sociedad, religión. Disfrutaba mucho más el dar y me incomodaba recibir. Ahora aprendí a recibir sin culpa, y que merezco que me ayuden y me quieran”.

Hoy sus cicatrices están tatuadas. “Primero me tatué las aureolas mamarias, y luego en la pandemia, sobre la mastectomí­a, me tatué flores y mariposas. Hoy hay arte donde antes hubo dolor”, menciona.

Reconstrui­rse en todo sentido, hizo que siga aferrada a la vida. “Sigo eligiendo vivir”.

“Sin senos u ovarios sigo completa”

Su principal motivación es compartir testimonio para que las mujeres sepan que siempre hay oportunida­d de salir adelante tras el cáncer.

Esto incluso la llevó a escribir el libro `Sobrevivie­nte', donde relata todo. Y a su agenda se le suman los viajes a congresos en diferentes países donde la invitan para conciencia­r no solo a mujeres, sino también a hombres.

“El cáncer de senos no es privativo de un solo género, los varones también lo pueden padecer y deben aprender a hacerse el autoexamen”, refiere.

Pero también es enfática sobre el rol de ellos cuando tienen en casa a una madre, esposa o hermana con cáncer. “No deben cegarse, la mejor manera de ayudarla es respetarla, escucharla, ser empático y, sobre todo, validar lo que sienten, evitar decir: “Esa mujer es una exagerada”. Hay que aprender a poner el hombro, el oído... A veces, lo único que ella necesita es que la escuchen y le den un abrazo”, ejemplific­a.

Lorena lo habla desde la experienci­a. Cuenta que en esa etapa hubo vínculos que terminaron. “Fue duro porque había mucha vulnerabil­idad en ese proceso. Pero mirando en retrospect­iva, es lo mejor que pudo pasar”, dice.

También se da tiempo para hablar sobre el concepto de feminidad. Además de las mamas, también le extirparon las trompas de falopio y los ovarios. “Aprendí que eso no nos define... Cuando te los quitan, como fue en mi caso, sigues siendo una mujer completa”.

Esta forma de pensar ha inspirado de una u otra forma a sus seguidoras, a aquellas que están pasando lo mismo y a no sentirse solas en el proceso. “Para mí, lo más importante es dar y recibir amor. Y esto lo voy a reiterar: Nos salvamos y nos curamos en comunidad, no en solitario”.

En la pantalla chica y el cine

Aunque tuvo que alejarse de la pantalla chica por el cáncer de senos, hoy su trabajo demuestra de que a veces “el problema es la actitud ante el problema”. Ella no es de las que se queda sentada. Constantem­ente es proactiva.

Hace poco terminó de filmar una serie en Argentina; asimismo, presentó el programa `Tarde de chicas' por la pantalla de Net TV. Actuó en la película dominicana `Dueños del tiempo', que está aún editándose. Y constantem­ente da charlas.

“No me quedé en una zona de confort. Me estoy moviendo, estoy creando y estoy eligiendo. Sigo siendo comunicado­ra porque así me defino”, concluye.

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