Danna Villacres:
La influencer y SOBERANA DE BELLEZA se confiesa como una fashionista que gusta de elegantes vestidos y joyas.
Con más de 15 mil seguidores de Instagram, Danna Villacrés es la influencer y reina de belleza que mejor va entendiendo el street style. En cada imagen que postea, el color es el elemento predominante tanto en los estilismos que luce como en la arquitectura que hay a su alrededor.
Sus historias y reels muestran cómo los lugares donde el resto percibe un espacio cotidiano, ella los aprovecha para llevar su estilo elegante con toque vanguardista.
Coronada este año como reina de Babahoyo y reina de Los Ríos, dialogó con SEMANA sobre sus favoritos al momento de armar los outfits que tanto gustan en las redes sociales y en los eventos.
Dice que su buen gusto al vestir le viene de herencia. “Mi abuela se caracterizó por ser muy elegante. Impulsó ese afán por la moda, primero a mi mamá y luego ella a mí”.
Ya en la adolescencia, una vez que su madre abrió una boutique de ropa, empezó a interesarse aún más por el mundo de lo fashion. Así fue definiendo su estilo, al que describe como atemporal, con predominancia de colores neutros y cortes elegantes que no pasan de moda ni en los cambios de temporada.
Sin embargo, esporádicamente abandona la zona de confort y se anima a usar tonos vibrantes, como el rojo que lució no solo como candidata, sino en la gala final, cuando la coronaron como reina de Los Ríos.
“Me gusta ser una soberana que inspire elegancia. Y de una u otra forma actualizar la manera de vestir en los reinados, dejando descansar los brillos para dar paso a algo más sofisticado, que destaque la silueta, pero sin llegar a lo vulgar”, puntualiza.
Egresó de la carrera de Jurisprudencia.
Es modelo profesional.
Tiene 24 años.
Reina de Babahoyo y de Los Ríos 2023.
“Y o también quiero jugar fútbol”, fue la frase que se dijo a sí misma Fernanda tras ver gente agolpada en las calles festejando la primera clasificación de Ecuador al Mundial.
Era 2002, y empezar en ese camino predominado por hombres no fue nada fácil. Sin embargo, a pesar de los “no”, los “no hay” y techos impuestos por la sociedad, se convirtió con el tiempo en un emblema para esta generación.
Sus hazañas dentro y fuera de la cancha hicieron que el fútbol femenino en Ecuador adquiera la importancia que siempre ha merecido y deje de ser un patrimonio exclusivo de los varones.
2022, año en el que sintió que había logrado todos sus propósitos colgó los botines para iniciar la transición a empresaria. En el ínterin, además de seguir trabajando para el desarrollo de las nuevas generaciones de mujeres en este deporte, contrajo matrimonio con Mateo Cajas.
Hablamos con ella de sus luchas, los goles de su vida, y también su lado más personal.
Pasó del `no' a ser la capitana
Su historia está marcada por la constancia. “Siempre fui una niña deportista”, confiesa. Empezó con la gimnasia rítmica, y su desenvolvimiento hizo que varias veces quedara campeona del Ecuador.
La practicó hasta los 12 años, edad en la que reconoció que eso no iba con su esencia. “A mí me gusta el trabajo en equipo y sin embargo, allí tenía que competir de manera individual. Además, no soy nada rutinaria, y en la gimnasia debía hacer rutinas ... Como anécdota, hubo una competencia en la que cambié la rutina, salió súper bien y gané la medalla de oro. Pero para mi entrenadora eso no valió. La agarró y me dijo: `esto no vale, cambiaste la rutina'”, recuerda.