A empoderarlas desde niñas!
empoderamiento, para que sus sueños se hagan realidad y gocen de un desarrollo integral.
Desde las universidades también hay el mismo interés, pues aspiran a que cuando terminen la secundaria no deje de haber participación de mujeres en las aulas estudiantiles, incluso en aquellas carreras en las que tradicionalmente han sido lideradas por hombres.
Para el doctor Walter Mera, rector de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, “se nota un cambio de época, la mujer se ha empoderado en lo que le corresponde, no solo a nivel estudiantil, sino en cargos de docencia y autoridades”.
Sin embargo, en los tiempos que corren, y más aún en pospandemia, no todas las niñas vienen de hogares que formen en valores y cuiden el desarrollo pleno de ellas. La violencia se ha colado en las familias, haciendo que esto marque su infancia y que el trauma probablemente persista hasta cuando crezcan.
“Es importante desarrollar programas para la salud mental. Cuando hay bajo rendimiento o tienen problemas con su comportamiento, se debe trabajar con psicólogas para tratar su autoestima, su desdén por estudiar o agresividad. Como UCSG lo ponemos en practica con nuestros estudiantes, sin embargo, nos preocupa lo que está pasando en los colegios donde los adolescentes están consumiendo drogas”, refiere.
El trabajo para ayudar a empoderar es de todos, y tal como menciona Mera, “la educación es y será una de las soluciones para el mejoramiento de la calidad de vida de las personas”.
Desarrolle la autoconfianza:
El primer paso es que sepan que pueden afrontar retos, ya sea a nivel académico o personal. No importa si en el camino cometen errores, lo importante es que aprendan de ellos.
Fomente su autoestima:
Enséñele a quererse a sí misma, a fin de que se respete y valore.
Priorice la comunicación:
El hecho de que las niñas se sientan escuchadas no solo les ayuda a estrechar el lazo de confianza con sus padres, sino que más adelante entiendan que el diálogo es clave para que puedan participar en sociedad.
Deje que tome decisiones en casa:
Su opinión y participación es importante en la familia. Desde su infancia tiene que sentir que su voz es valorada. Eso le dará mucha seguridad en su adultez.
Incentive sus habilidades: En las áreas que despiertan interés por parte de ella, ayúdela a desarrollar ese talento, no se lo reprima.