Aprender a defenderse es vital
Instruirse en defensa personal empieza a ser un tema de interés no solo en la vida adulta, sino también en la niñez. Y se lo enseña con objetivos bien claros: aprender técnicas en casos de ser víctimas de violencia escolar, familiar o intento de agresión en las calles, siempre y cuando el atacante esté sin armas.
En Ecuador, durante el 2022, se reportaron 607 denuncias de acoso escolar a nivel nacional, de ese número 263 era de niñas y adolescentes de 8 a 14 años, según datos del Ministerio de Educación.
Ante esa situación, surge el interés de hacer jornadas de empoderamiento, donde se incluyan talleres de autodefensa, como el que desarrolló a inicios de noviembre, Rotary Clubes de Guayaquil, con el apoyo de agentes de la Policía Nacional, donde se beneficiaron alrededor de 150 niñas.
A criterio de la cabo segunda de Policía, Lissette Espinoza, “a través del aprendizaje de técnicas, se puede evitar ser víctima en la escuela, y también fuera de esta, en caso de que un desconocido las quiera agredir o raptar”.
Asimismo, añadió que se puede enseñar técnicas de brazos y piernas, a partir de los 9 años, cuando ya tienen un poco más de fuerza corporal. “Con lo aprendido pueden tumbar al agresor(a) sin necesidad de golpes. Vale recalcar, que esto no es con el fin de que lo apliquen como juego en los recreos, sino solo ante la necesidad de defenderse”.
El hecho de aprender 12 movimientos básicos y bien combinados puede llegar a salvar sus vidas. Defenderse no es atacar, simplemente es un acto de defensa.