Camila Becerra
De las leyes a la corona LA JURISTA DE 25 AÑOS FUE ELEGIDA COMO REINA DE QUITO. Habla sobre este triunfo y la labor social a la que se dedicará
El pasado miércoles, ante una expectante multitud, Camila Becerra Mármol se convirtió en la nueva reina de Quito para el período 2023-2024. Sorpresa, alegría y lágrimas siguieron al anuncio en el Teatro Bolívar. Tras obtener la corona, la jurista de 25 años corrió a abrazar a su familia. “Sin el apoyo incondicional de mis papás y mi hermana, nada de esto habría sido posible”, señala a SEMANA.
El triunfo fue un momento emotivo, afirma, pero tan solo el primero en un largo año dedicado a la labor social. Esa, explica Camila, es la parte que genuinamente la emociona y el motivo principal por el que quiso participar en el certamen.
“Mi vida ha estado ligada al trabajo social. Fui presidenta del Consejo Estudiantil de mi colegio (Colegio Alemán de Quito) y del gobierno estudiantil de la Universidad San Francisco de Quito, donde estudié. Eran trabajos en los que hacíamos muchísima labor social, en ese momento descubrí lo importante que era para mí saber que con mis acciones había mejorado la vida de alguien más”, señala.
Antes de ingresar al certamen, ya conocía la labor de la fundación Reina de Quito, que mantiene el Centro Terapéutico, enfocado a niños y niñas con síndrome de Down, y El Ropero, donde reúnen y venden prendas para recaudar fondos.
“Sabía del noble trabajo que hacían y quería ser parte de él. Sin embargo, hasta que empecé a ser parte de este proceso, no imaginé lo complejo y sacrificado que es la labor que hacen. Es muy reconfortante, y me llena el corazón saber que hay tantas personas buenas que están dispuestas a entregar su tiempo y a buscar el bienestar de los demás”, asegura.
A la par de la labor que llevará a cabo con la fundación, Camila
también planea desarrollar el proyecto Primeras Sonrisas durante su año de trabajo. Esta propuesta tiene como objetivo fomentar la lactancia materna, facilitar el acceso a alimentos nutritivos, fortalecer la educación nutricional y brindar atención médica.
“Mi enfoque en la desnutrición infantil se fundamenta en la convicción de que este problema es prevenible y tratable... no podemos aspirar a desarrollar líderes y ciudadanos destacados si los niños, desde antes de nacer, enfrentan un destino marcado por la desnutrición”, explica.
El camino hacia la corona, sin embargo, no fue fácil.
Asegura que ingresó su solicitud a horas de que se cerrara el plazo y, tras iniciar el mes de preparación, no era ducha en conocimientos de pasarela o maquillaje. Tuvo que aprender sobre la marcha.
“Fue un reto enorme. Me costaba muchísimo modelar sobre la pasarela y tuve que practicar todos los días y fines de semana. Además, yo soy la persona más sencilla del mundo, nunca me maquillaba y no sabía nada sobre el tema. Ha sido un cambio de 180 grados tener que maquillarme todos los días, pensar en el outfit adecuado y en cómo debo llevar el cabello”, comenta risueña.
No obstante, asegura que el sacrificio vale la pena, pues espera tomar este año para llevar a cabo sus obligaciones como reina y, posteriormente, allanar el camino para eventualmente abrir su propia fundación. “Es un sueño que tengo desde hace muchos años”, afirma.
Mientras tanto, seguirá en Leyes, una pasión que ha marcado su vida y en el que ha experimentado en varios campos.
“Tengo una subespecialización en Derecho Penal, que me encanta, pero la realidad de ejercerla en el país es complicada. De casualidad llegué al derecho corporativo, y si bien fue una experiencia muy grata, quisiera probar en otros campos de la jurisprudencia antes de decidir la rama ideal para mí”, comenta.