Nicole Febres-Cordero
“Me enorgullece mostrar al mundo nuestra gastronomía”
Amante de la gastronomía desde que tiene memoria, Nicole FebresCordero decidió hace diez años introducirse en el mundo de las reseñas bajo el nombre I love eat, y hoy es una destacada figura en las redes sociales.
Después de todo ese tiempo resaltando cultura gastronómica y escribiendo sobre vinos, su presencia llama la atención cuando ingresa a un restaurante o viñedo donde encuentra a foodies y enófilos que saben de su trayectoria.
Tras arribar a su natal Guayaquil desde un vuelo de Panamá, donde actualmente reside, dialogó con SEMANA sobre el detrás de escena de este rol que le ha permitido compartir sus conocimientos y en palabras de ella “demostrar que los platos ecuatorianos se pueden maridar con los mejores vinos del mundo”.
Orgullo por la cocina local
Nicole cuenta que forjó el amor por la comida desde la infancia gracias a su familia. Por el lado de los Kronfle, la abuela materna disfrutaba cocinar menús influenciados por su ascendencia árabe, mientras que de su papá, Agustín Febres-Cordero, siempre tuvo el ejemplo de una mesa bien servida.
Siendo la tercera de cuatro hijos, dice que su hermano mayor, Agustín, también influyó en su camino por la buena cocina. “Él siempre ha estado incursionando en temas de bares y gastronomía con identidad ecuatoriana, entonces a pesar de que soy ocho años menor, desde que yo estaba en el colegio lo acompañaba y apoyaba de alguna manera en los lugares que él emprendía”.
A eso se sumó su alma viajera que la llevó a conocer no solo más ciudades del Ecuador, sino otros países a través de la cultura g astronómica. Uno de esos fue España, pues allí vivió mientras cursaba la maestría en Comunicación Empresarial.
“Yo acostumbraba a guardar tarjetas de los lugares donde comía y las pegaba en una libreta donde escribía también el plato que me gustaba”, recuerda. Cuando el destino la llevó a vivir a Panamá con su esposo, Arturo Serrano, decidió trasladar esos apuntes a un blog que lo llamó I Love eat, que con el tiempo migró a Instagram.
PROMUEVE LA GASTRONOMÍA CON IDENTIDAD Y LA CULTURA DEL VINO A TRAVÉS DE EVENTOS DONDE REÚNE A GENTE TALENTOSA DETRÁS DE LOS FOGONES.
Con diez años de experiencia y un contador de seguidores que no para de subir, aclara que su modalidad de trabajo no ha cambiado desde que inició. “Hasta el día de hoy voy al restaurante, consumo, pago y me retiro como cualquier cliente...”, señaló. Y remarcó que no se inclina por los canjes. “Tengo una responsabilidad como comunicadora. Mi objetivo es resaltar la propuesta creativa de cada chef y la identidad que intentan promover a través de sus menús”.
Esa ha sido su clave para crecer a paso firme, pues ya no solo escribe recomendaciones, sino que se va metiendo de lleno en este rubro a través de la realización de eventos como Complot, para resaltar el talento que hay detrás de los fogones.
“Me enorgullece mostrar al mundo nuestra gastronomía y escuchar el “gracias” de los extranjeros por ponerles a Ecuador en su radar tras las recomendaciones que voy escribiendo. Soy orgullosa de mis raíces”. confiesa.
En la cultura del vino
El vino llegó a su vida en la etapa más madura. “Creo que es parte de una buena mesa y hace una experiencia gastronómica más sublime”, expresa.
Todo empezó cuando se mudó a Panamá. Tras las catas que asistía, empezó a inscribirse en cursos internacionales por la pasión que el mundo de las uvas le generaba. La Escuela de vinos de Argentina, y sommeliers de Estados Unidos, entre otros, han sido sus mentores.
Con el tiempo esto la convirtió en una promotora de la cultura del vino. Y no solo influencia a su comunidad en las redes sociales, sino también a la propia familia. De hecho, con ellos hizo su más reciente viaje a Mendoza, donde recorrió algunas bodegas, entre esas, la Catena Zapata, establecida en la icónica Pirámide.
Conocedora de que la buena mesa une, le pone toda su pasión al evento llamado Juliana y sus Próceres, que “es una fusión de cocina ecuatoriana con una selección de vinos que desafían paladares para elevar la gastronomía local y la cultura del vino”, dice sobre esta experiencia que hace en pro de una industria siempre unida.
Ser cantante no es una profesión para personas que no se arriesgan, y Ren Kai deja muy en claro eso. Desde los inicios, en su infancia, ha tenido que afrontar grandes retos por seguir sus sueños en la escena musical. Pasó de las baladas a la pantalla de TC en su faceta como actor, para volver a la música y toparse con las puertas cerradas en la pandemia. Pero eso no lo detuvo.
Desde hace un par de años ha resurgido gracias a su canción `Dancing in the dark', un pop con melodías asiáticas que se distingue porque utiliza en ella los tres idiomas que sabe a la perfección: español, inglés y chino. Lenguas que han formado parte de su vida gracias a que su mamá es ecuatoriana y su padre chino.
Esa melodía le abrió nuevas puertas y también ha superado grandes retos, como la adaptación a otros ritmos, la búsqueda de disqueras y los cambios de look que hoy comparte con SEMANA. “Me gusta la comodidad y eso me ha llevado a utilizar prendas relativamente grandes y que también van de la mano con los cortes oversize”, explica Ren Kai, quien lleva una pantaloneta de tela café con relieves y una camiseta negra amplia.
Entre cambios de géneros y ropa
En su momento llegó a vestir looks que se verían muy bien en un artista de género urbano, tras haber lanzado sencillos que se inclinaban más al mercado latino, luciendo camisetas de estampados estridentes, jeans y sneakers. En la actualidad, gracias a haber firmado con la disquera Sony Music Entertainment China, un logro por el que luchó por muchos años, se ha encontrado con nuevos asesores que han impulsado su faceta como artista.
Hoy, Ren Kai fusiona ese lado tranquilo que lo caracteriza con su vestimenta, en la que predominan los cortes fuera de lo común, como rectos, de tallas más grandes o con adornos colgantes, en tonalidades que a él le agradan mucho, como el negro, azul y colores que encuentra en la naturaleza, desde un verde olivo hasta los cafés, grises y terracotas.
El cuidado oriental
No solo el vestuario capta su atención sino también el cuidado de la piel. “Me di cuenta de que allá tienen más conocimientos de cómo potenciar los rasgos asiáticos, porque creo que la industria de la belleza, mientras va conociendo a