Roberto Izurieta y sus 7 millones de millas
Con una AGENDA IMPARABLE, el consultor se adapta a un cambio de vida trascendente en Ecuador.
arondelet demora en calentarse mientras se cuelan, tímidos, los primeros rayos del sol de enero… En sus amplios pasillos hay un recio movimiento de policías y militares que, en orden y silencio, forman filas. En el segundo piso (donde se `cuecen las habas'), nos dirigimos hacia el ala de comunicación. Allí Roberto nos recibe con una cálida sonrisa, lo que aplaca ciertamente esa sensación helada de la mañana.
Con la grata impresión, lo recuerdo de inmediato con el mismo carisma y humildad de hace un millón de años, al ayudarme a concretar una entrevista de alto mando. Hoy, no obstante, con la madurez y serenidad de un hombre a punto de cumplir los 61.
El palacio presidencial no le es ajeno al consultor. Lo conoce de punta a punta, al haber sido asesor de campaña y secretario de Comunicación del expresidente Jamil Mahuad. En ese entonces, cuenta, no existía la comunicación pública política ni los estudios de campañas electorales en el país. Y como efecto dominó, recibió una oferta de trabajo de George Washington University, en DC, para abrir un programa de estudios y posterior maestría para América Latina.
Escalada internacional
Con la experiencia que le antecedía, llamó la atención en las aulas universitarias, donde el rector de ese entonces (que había trabajado para el gobierno de Nixon) le dio uno de los consejos más potentes: “Sólo podrás tener un mensaje claro cuando tengas ideas claras. La filosofía política moderna te va a ayudar a ordenar los pensamientos”. Se especializó entonces en ciencias políticas y comunicación oral. “Con ideas claras se puede sintetizar. Ese ha sido mi trabajo los últimos 30 años y por eso me fue bien en CNN por más de 20 años. En Nueva York, Atlanta, Florida, donde sea, básicamente estás al aire pocos minutos, pero atrás hay horas de horas de estudio que se suman al `background' o `know how' aprendidos”.
Estudios. Economista de la Universidad Católica de Quito y magíster en Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas y en Campañas Electorales.
Catedrático universitario en la George Washington University.
Docente. Primer latinoamericano ganador del premio Rising Star de la revista Campaigns and Elections.
Los conocimientos adquiridos le sirvieron para afianzar una carrera que fue el puntal para convertirse en uno de los exponentes más destacados en ese segmento, desarrollando campañas de siete expresidentes latinoamericanos. “Me encantó trabajar en Paraguay, he sido asesor y muy amigo del presidente Santiago Peña. En este trabajo he tenido la oportunidad de conocer muy de cerca a personas de ese nivel, a sus familias, sus luchas, y estar en momentos claves de la historia. Fui quien manejó la crisis del famoso caso Rosenberg en Guatemala (2009). Todo eso me ha enriquecido mucho”.
Viajes innumerables
Con una agenda imparable, el economista suma más de siete millones de millas en viajes. “Pero mi agenda estaba organizada para visitar a mi familia en Ecuador cada dos meses, aunque sea pocos días. Radicado ahora en Ecuador, veo a mi madre al menos dos veces a la semana”.
Así han corrido los últimos 23 años fuera del país, también como catedrático universitario en George Washington University y, recientemente, como embajador de Ecuador en Chile, en la recta final del expresidente Guillermo Laso: “Fue una grata experiencia. Creo que les resulté interesante a los chilenos. Al ser abiertamente gay, demócrata y con la trayectoria que tengo, me recibieron estupendamente”.
Lejos de su zona de confort
Para Roberto, el cargo actual que desempeña le resulta un gran desafío, al obligarlo a salir de su zona de confort. “Una cosa es la asesoría externa y otra muy distinta lo operativo. Es como ver el bosque desde afuera a internarse en él. El operador es alguien