Juez que condenó a militares dice que deben cumplir pena.
El juez que en 1992 condenó a cuatro militares por la masacre de los sacerdotes jesuitas y dos trabajadoras dice: “Esos militares deben volver a prisión a completar la pena que les fue perdonada gracias a la Ley de Amnistía de 1993, porque esta fue expulsada de la legislación salvadoreña por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia”.
El coronel Guillermo Alfredo Benavides y el teniente Yushi Mendoza fueron condenados a 30 años de cárcel en enero de 1992 y fueron sobreseídos con la aprobación de la ley, al igual que dos militares de menor rango (Ver recuadro).
“El estado anterior a la promulgación de la Ley de Amnistía es el cumplimiento de las condenas. Se borraría el sobreseimiento como una especie de borrón que las cosas volverían al estado como estaban, que estaban cumpliendo la pena, en caso de la aplicación la sentencia”, declaró Zamora, ahora magistrado de cámara.
La defensa, contrario al juez Zamora, dice que los militares no deben cumplir la pena porque prescribió. “Una vez condenados se les impone una pena; la pena como consecuencia jurídica, como sanción por haber cometido un delito, una vez que han sido vencidos en juicio. Entonces la pena prescribe si no se ejecuta”, dijo Lizandro Quintanilla, abogado defensor de los militares.
Consultado al respecto, el magistrado de la Sala de lo Constitucional Sidney Blanco dijo: “En la sentencia obviamente no se habla sobre los condenados, en los efectos que se produce es que cobra vida la ley de reconciliación nacional, que fue el verdadero acuerdo en 1992. En el que se contempla que no gozan de amnistían los casos mencionados en el informe de la Comisión de la Verdad”.
Benavides está actualmente en prisión a la espera de que la Corte Suprema de Justicia decida si lo entrega a España para que sea juzgado junto a otros militares en la Audiencia Nacional. Ayer el pleno de la Corte no abordó el tema.