GAMBOA: “EL ARTE TRANSFORMA”
Ayer se celebró en el MUNA el conversatorio “Arte y prevención de la violencia”, con María Gamboa, directora de película colombiana “Mateo”.
AMaría Gamboa le interesaba contar una historia en la cual pudiera mostrar “cómo las artes en general podían ser puntos de apoyo y cómo pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte”. La directora se fue a una región de Colombia que en el pasado se caracterizó por la violencia. Ella quería mostrar al mundo cómo había logrado cambiar.
Pero eso no era todo. La cineasta tenía claro que quería hacer una película sobre un joven que, al entrar al teatro, tenía “la posibilidad de vivir una experiencia diferente”. Así comenzó a gestarse “Mateo”, que ayer se estrenó en las carteleras de cine de nuestro país.
“Mateo” fue producto de una larga investigación de Gamboa realizada desde 2007 en el marco del programa colombiano denominado “Desarrollo de paz”. La película fue pensada para prevenir la entrada de adolescentes en diversas dinámicas del conflicto armado en Magdalena Medio. La cinta constituyó un componente central en el programa “Respira paz” y fue filmada por Balun Films. En 2014 tuvo su estreno en Miami.
La experiencia con el proyecto fue parte de lo que ayer compartió la directora en el Museo Nacional de Antropología David J. Guzmán como parte del conversatorio “Arte y prevención de violencia”.
“Me llamó la atención que los espacios que pasaban desapercibidos, los artísticos, eran importantes para la transformación”, explicó.
Gamboa no fue la única participante en el panel. También estuvieron Egly Larreynaga, Marcela Zamora y Ruth Guttfreund, quienes compartieron sus propias experiencias. Como moderador estuvo André Gutfreund.
“El arte es una herramienta para poder ver y sirve para un cambio de conciencia”, expresó Larreynaga.
“MATEO” La cinta presenta la historia de Mateo, un joven de 16 años que recolecta dinero de extorsiones a pequeños comerciantes de Barrancabermeja, por parte de su tío, jefe de una banda criminal. Para mostrar su lealtad, lo obligan a infiltrarse en un grupo de teatro. “Hubo dos aspectos claros desde el inicio con ‘Mateo’: entender la dignidad y que la historia fuera de un joven que es transformado por el teatro”. “(Los escenarios) son espacios de catarsis, pero también deben ser de distanciamiento del día a día”. MARÍA GAMBOA, DIRECTORA DE “MATEO”