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Unos 2,300 policías de Alemania y Austria fueron desplegados en respuesta al ataque.
La policía buscaba pistas ayer sobre por qué un hombre alemán-iraní de 18 años disparó en un centro comercial abarrotado y un Mcdonald's, donde mató a nueve personas e hirió a 16 antes de suicidarse.
El ataque en la capital de Baviera activó una enorme operación de seguridad después de que las autoridades –ya en alerta tras los recientes ataques en Wurzburgo y Niza, Francia– recibieron avisos de testigos sobre varios tiradores con rifles poco después de las 6 de la tarde (1600 GMT). Seis horas más tarde, la policía declaró un “todo despejado con cautela” indicando que el sospechoso estaba entre los 10 muertos y probablemente actuó solo.
Las autoridades seguían reuniendo pruebas en el lugar del crimen, indicó el sábado por la mañana Peter Beck, portavoz de la policía de Múnich.
“En relación con el sospechoso, debemos examinarlo todo, pero aún no sabemos qué provocó el crimen”, dijo Beck. El vocero citó “operaciones policiales en marcha” y declinó confirmar las afirmaciones del diario alemán Bild sobre que las autoridades habían registrado una casa en el barrio Marxvorstadt de la ciudad, a unos 2 kilómetros del centro comercial, y que estaban entrevistando al padre del sospechoso.
El número de personas que recibían atención en hospitales seguía siendo de 16, indicó Beck, tres de ellas heridas de gravedad. Las restricciones de seguridad se habían levantado y el transporte público operaba el sábado con normalidad, añadió.
La canciller Angela Merkel tenía previsto presidir una reunión el sábado del Gabinete de Seguridad.
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MÚNICH RECUPERA LA TRANQUILIDAD TRAS EL TIROTEO.
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MÚNICH TRAS EL TIROTEO QUE CAUSÓ VARIOS MUERTOS.