Teatropomaalista homenajeashakespeare
torial. Pero este nuevo título lo escogí yo también. La idea fue darle un nombre más fuerte a criterio de la editorial. Las novelas empiezan de una manera y evolucionan. Esta lo hizo.
La ciudad tiene un peso importante. ¿Cómo fue pensando ese retrato de Nueva York?
Mi manera de trabajar es bastante visual. Uno de mis objetivos fue que la ciudad estuviera siempre presente, que no se perdiera en el transcurso de la narración. Era un reto personal colocar al personaje moviéndose en la ciudad y motivándose alrededor de lo que ofrece. Para mí una ciudad como Nueva York tiene una oferta de estímulos casi desaforada. Esta cuestión hace que la ciudad esté presente casi como un personaje.
¿Nueva York es un gran laberinto?
Las grandes ciudades son como laberintos donde la gente desarrolla sus propios fantasmas. La ciudad no pone esa parte, sino sus habitantes. Los deseos, las obsesiones y las confusiones. La ciudad ofrece, propicia y facilita. Ahí está precisamente el tema del laberinto.
El personaje principal se encuentra con un libro sobre un ixil guatemalteco. ¿Usted tuvo un encuentro similar?
Justamente a mí me pasó. Al leer “El contador de los días” me dio la sensación de estar intimando con alguien. Curiosamente en Guatemala, un país fundamentalmente indígena, esta relación se vuelve extraordinaria, casi imposible. Cuando tuve acceso a esa narrativa, me pareció que abría la posibilidad de escuchar la voz y la manera de pensar de un anciano indígena. Ese enamoramiento se lo trasladé a Felipe.
¿Hay más de usted en el protagonista?
Es un personaje. Lo concebí con sus propias características. Una persona que duda, que le cuesta comprometerse con la vida. A los 50 años todavía anda viendo si encuentra un destino para sí mismo. Los personajes principales son básicamente creaciones de la imaginación sin ningún referente. Esto lo libera a uno emocionalmente. Es mucho más fácil trabajar con personajes que son ficticios.
¿Ese es el tipo de personajes que le gustan?
Me gustan los que son ambivalentes. No planos. Ni completamente buenos o malos. La realidad de la vida es luces y sombras...
En el texto hay otra voz que a veces lo pone en entredicho...
Tenemos la convención implícita de creerle al narrador en primera persona. Pero cada ser humano es incoherente, se miente a sí mismo, tiene ideas que no están explícitas en su discurso. Entonces yo quería desenmascarar al narrador, quería mostrar esos ángulos que no podemos ver y que incluso él no mira.
Un poema de Federico García Lorca acompaña a un nuevo mural sobre azulejo del artista belga Benot van Innis que fue inaugurado en la estación de metro El miércoles 27, en el Teatro Luis Poma, se realizará un homenaje al escritor inglés William Shakespeare a las 6 de la tarde. La entrada es gratuita.
El evento, realizado en conmemoración de los 400 años de la muerte del autor, contará con la participación del director artístico del Teatro Poma, Roberto Salomón, y de Grupo Zebra.
Salomón explicó que leerá parte de la obra de Shakespeare en inglés y que Zebra representará algunas escenas de distintas obras, entre ellas “Romeo y Julieta”.
Este es el tercer homenaje que se realiza. Los anteriores fueron a Rubén Darío y a Miguel de Cervantes.
“MAESTRA” DE L.S. HILTON “FÚTBOL: EL JUEGO INFINITO”, DE JORGE VALDANO “LA CIUDAD DE LOS MINOTAUROS” En el laberinto de hallazgos que es Nueva York, Felipe Martínez encontrará su propia salvación y una razón para volver a Guatemala. “EL DIARIO DE TITA”, DE LAURA ESQUIVEL