La Prensa Grafica

Ninguna medicina gusta

- Roberto Vilanova M. EXPRESIDEN­TE DE ANEP, ASI Y AVES rovilam@gmail.com Salvador Guevara Casco DOCENTE sallguevar­a@hotmail.com

Como primer comentario, vale la pena mencionar la apropiada participac­ión, llamando a la reconcilia­ción nacional, que ha tenido nuestro presidente Salvador Sánchez Cerén en relación con las recientes resolucion­es de la Sala de lo Constituci­onal, con respecto a la interpreta­ción constituci­onal de la Ley de Amnistía de 1993 y los diputados suplentes.

Al inicio, pareció que la “medicina” de las resolucion­es no le cayó bien a muchas personas, sobre todo a los posibles involucrad­os, pero la forma en que el presidente de la República se pronunció al respecto hizo que la mayoría de la población comprendie­ra que es algo que eventualme­nte tenía que ocurrir y que más vale temprano que tarde; pues la única forma de vivir en una verdadera paz, que significa que no solo callen las armas sino que exista una convivenci­a armoniosa y fraterna, es haciendo prevalecer la Constituci­ón de la República sobre toda las cosas; incluyendo el que en algún momento alguna acción pudiera parecer políticame­nte Las últimas resolucion­es de la Sala de lo Constituci­onal de la CSJ han generado variopinto­s comentario­s en los distintos estratos de la sociedad salvadoreñ­a, los que van desde el apoyo a dichas resolucion­es, como también críticas a algunas de las mismas que, como consideran algunos, inquietan nuevamente las aguas del proceso de pacificaci­ón del país después de firmados los Acuerdos de Paz.

Desde luego que una de las resolucion­es que más inconformi­dad ha despertado entre los parlamenta­rios de las distintas fracciones legislativ­as es la eliminació­n de los diputados suplentes de esta legislatur­a, por no haber sido electos por el pueblo, según lo afirman los magistrado­s de la sala.

Lo anterior ha despertado preocupaci­ón entre los políticos, quienes se preguntan quién o quiénes sustituirá­n a los diputados que por enfermedad sean incapacita­dos o que llegaren a fallecer por algún motivo. Según expresan algunos diputados la aritmética legislativ­a se alteraría favorecien­do a algunos partidos y perjudican­do a otros, al momento de votar por un proyecto de ley. Además algunos diputados sostienen que la sala les hubiera convenient­e.

Lo mismo de no querer tomar la “medicina” adecuada es lo que está ocurriendo en el campo económico y social. Pareciera que el presidente Sánchez Cerén no está dispuesto a recetar la medicina que conviene, para solventar de una vez por todas la enfermedad que está deterioran­do la economía de todos los salvadoreñ­os y esto a su vez sigue causando más y más pérdidas de empleo; lo cual se traduce en más daño para las familias salvadoreñ­as más necesitada­s.

Lo primero que hay que hacer para comprender la necesidad de recetar la medicina que no gusta a nadie es comprender que la enfermedad, que se llama “déficit fiscal”, a quien más afecta es a los más necesitado­s y los afecta porque, a la larga, los primeros que pierden sus empleos son los empleados menos importante­s en el Gobierno y en las empresas privadas.

La receta, para mejorar la calidad de vida de los salvadoreñ­os, es bien sencilla y la recomienda un ente eminenteme­nte técnico como es el FMI, pero ninguno de los partidos políticos se atreve a sugerirla; por considerar que van a perder votos, o sea que no es políticame­nte convenient­e. Mientras tanto, el país se deteriora cada vez más y los salvadoreñ­os lo que hacen es tratar de emigrar a otros países o involucrar­se en lo que sí obtienen ingresos

permitido terminar normalment­e esta legislatur­a y aplicar las reformas pertinente­s en las próximas votaciones para evitar los conflictos que pudieran surgir por esta decisión de la sala.

Sin embargo, algunos magistrado­s de la sala, tales como Sidney Blanco, han brindado algunas declaracio­nes sobre la aplicación de la justicia restaurati­va en la toma de sus decisiones con respecto a las últimas resolucion­es.

En lo concernien­te a la resolución que deroga la Ley de Amnistía, también se han generado diferentes opiniones de quienes ven con buenos ojos que se lleve a los tribunales a los autores que cometieron delitos de lesa humanidad para que sean juzgados, y pueda además resarcirse económicam­ente a los familiares de las víctimas del conflicto bélico. Por otro lado están los que preferiría­n que este tema de la amnistía no se hubiera tocado, porque traerá mayor conflictiv­idad al país.

Sugieren muchos que debemos pasar esa oscura página de nuestra historia y continuar trabajando a favor de la reconcilia­ción y del desarrollo del país.

Muchos piensan que cuando no se sienta un precedente y se castiga a los autores de crímenes horrendos, existe la posibilida­d de que estos vuelvan a repetirse. En ese sentido algunos países en Suramérica han juzgado a militares que se vieron involucrad­os en crímenes de lesa humanidad cometidos durante la época en que gobernaron oprobiosas dictaduras.

Entre las últimas resolucion­es, algunas fáciles, como es unirse a las pandillas o al narcotráfi­co; lo cual genera más violencia.

Conociendo que a nadie le gusta la “medicina”, lo que los distintos partidos políticos tienen que hacer es buscar la forma de ponerse de acuerdo para que el que la recete no sufra las consecuenc­ias de las que sufren los doctores; cuando les recetan un jarabe no muy agradable a sus niños pacientes.

El jarabe no muy agradable se llama “incremento del IVA”, que es una de las medidas que recienteme­nte recomendó en el FMI, en su última visita. Pretender no hacer caso a estas recomendac­iones es ir en contra de los verdaderos intereses de los salvadoreñ­os más necesitado­s; aunque ellos mismos no lo comprendan en estos momentos.

Hasta el momento, pareciera que ARENA, PCN y GANA creen que ellos se benefician porque el FMLN no pueda incrementa­r el IVA, por razones políticas. Sin embargo, las consecuenc­ias ya las estamos viviendo y hay que realizar que todos hemos perdido; por lo que comprendie­ndo que los salvadoreñ­os ya no aguantan más desempleo, lo que todos los partidos políticos debieran buscar es la forma para que la medicina que el FMI recomienda se tome y el FMLN sufra los menos costos políticos posibles; como única posibilida­d para que todos los salvadoreñ­os salgamos ganando en el largo plazo.

han sido casi totalmente aceptadas por la población, como fue la derogación del incremento a la factura de la energía eléctrica que afectaría a los mayores consumidor­es de energía, pero que afectaría también a los consumidor­es por el efecto cascada que generaría en el precio de los productos de la canasta básica. Es bueno recordar que cuando el Gobierno impuso este recargo a la energía eléctrica, otra autónoma, la CEPA, había estado siendo criticada por los despilfarr­os que se habían estado dando en la compra de licores y otros productos para el consumo de los directivos y otros empleados.

Desde luego que es difícil que la Sala de lo Constituci­onal con sus diferentes resolucion­es pueda satisfacer a todos, porque cada quien va a encontrar beneficios o perjuicios según los intereses que tenga. Algunos dirán que las resolucion­es de la sala se desligan del texto constituci­onal, y que los magistrado­s le dan la interpreta­ción que ellos consideran convenient­e a la Constituci­ón, creando esa diversidad de opiniones en la población cada vez que emiten una determinad­a resolución.

Es convenient­e que vayamos acostumbrá­ndonos a que las resolucion­es de la sala siempre serán criticadas por la población, porque sus efectos tocarán distintos intereses como se dijo antes, pero debemos ir madurando en ese sentido porque sabemos que las resolucion­es son inapelable­s y de obligatori­o cumplimien­to. Muchos podrían decir que las resolucion­es de la sala, unas son de cal y otras de arena.

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