“¿Por qué fui yo el blanco de este problema?”
Una de las denunciadas por Rais está hospitalizada por insuficiencia renal y bronquitis.
Claudia María Herrera prefiere cerrar las cortinas de las ventanas de la habitación del hospital de San Salvador en donde está ingresada por bronquitis e insuficiencia renal crónica. Tiene miedo de que el jardinero la esté vigilando. “La persecución me ha hecho esta paranoia. Siento que alguien está vigilándome. Mejor cierro, no vaya a ser”, comenta desde el hospital. Lleva 11 meses detenida en el penal de Ilopango, debido a que el Juzgado Noveno de Paz decidió que ella y su esposo, Mario Calderón, fueran a prisión por el delito de lavado de dinero, mientras la Fiscalía de Luis Martínez los investigaba. Este es uno de los casos en los que, según las investigaciones recientes, hubo fabricación de pruebas a la medida de los intereses del empresario Enrique Rais.
Herrera asegura que su patrimonio creció porque su padre le dio una herencia. “Yo soy profesional. Trabajé en un banco, pero mi papá me hizo heredera universal de su patrimonio y ahora trabajo en las tierras de café que tenemos”, sostiene.
Lleva tres años casada con Calderón y dice que el único contacto que tuvo con Rais fue en las reuniones sociales. “Yo no tuve relación con él (Rais). Solo nos veíamos en las reuniones. Para mí, era el jefe de mi esposo y siempre fue así”, relata. Según ella, al empresario le molestó que su esposo decidiera defender a los canadienses Matteo Pasquale y Franco Pacetti, exsocios de Rais.
Fue desde ese momento en que Rais decidió abrir procesos penales en contra de ambos y los acusó de amenazas. “¿Por qué fui yo el blanco de este problema? Yo no tuve nada que ver y decidió llevarme a mí y hasta nuestra familia”, comenta. Su temor es que el empresario quede en libertad y todo sea como antes: “Tengo miedo de regresar al penal y darme cuenta de que quedó libre”, dice.