¿Venganza ojusticia?
Nuestro país sigue avanzando por el doloroso camino de la polarización, donde la descalificación de las ideas se da a partir de la calumnia y la difamación, pero las personas que actúan de esta manera en la mayoría de casos no tienen ni la menor idea de lo que están defendiendo, es decir, que están repitiendo el discurso de unos cuantos dirigentes políticos que tienen en cautiverio el intelecto de las masas que simpatizan con ellos.
Que dicho sea de paso, las ideologías extremas solo sirven para nublar el buen juicio y para ocultar la dura realidad que viven los pueblos a partir de políticas de corte populista, y francamente El Salvador no sale de la miseria y de la mediocridad en la que se encuentra, porque a lo malo llaman bueno y a lo bueno llaman malo, dicho de otra manera, los fanáticos están dispuestos a dar la vida por un dirigente político.
Pero no honran la valentía de los deportistas que participaron en los Juegos Olímpicos que sin viáticos ni prebendas representaron al país con orgullo, los fanáticos ideológicos se hacen del ojo pacho ante los despilfarros de sus dirigentes, pero no apoyan a la selección de playa que con recursos pírricos y viáticos de hambre se volvió a llevar recientemente el título de la Copa UNCAF de fútbol playa.
Así mismo el fanático ideológico pasa por inadvertido el mal uso de los recursos públicos y de los salarios exorbitante que reciben los funcionarios públicos que ellos defienden con alma corazón y vida, pero no les importa que los miembros de la corporación policial y de la Fuerza Armada pasen penumbras por los indignos salarios que reciben, que a duras penas les sirven para cubrir el alimento, pero no les alcanza para acceder a educación y vivienda digna.
Del mismo modo los fanáticos ideológicos han visto en primera fila el aumento desenfrenado de las riquezas de muchos de sus dirigentes políticos, con base en la compra de propiedades estatales, licitaciones amañadas, malversación, enriquecimiento ilícito, negociaciones ilícitas y tráfico de influencias. Pero no quieren ver la cruda realidad que viven los pacientes de los hospitales públicos donde los enfermos hemofílicos no tienen catéteres especiales.
Por lo tanto, para los fanáticos ideológicos los héroes son los que desestabilizan la población a través del antagonismo de clases, que por cierto nunca han generado un empleo ni conocen la presión del pago de una planilla, el ISSS, las AFP y las obligaciones tributarias, es decir que para los fanáticos el héroe es aquel que enfrenta al dueño del modo de producción, aunque no sepa producir.
Por ello cuando investigan a sus héroes políticos por actos de corrupción, los fanáticos solo repiten como zombis lo que dice su héroe, y si a este se le ocurre decir que la investigación de corrupción es persecución política y venganza, pues sobre eso los fanáticos defienden. Recuerdo cuando el expresidente Flores fue denunciado públicamente por el expresidente Funes y luego procesado por los delitos peculado y lavado de dinero.
Para los familiares y los fanáticos esto era persecución política y venganza, aunque puedan tener o no razón. Lo cierto es que no eliminó el hecho de que las donaciones de Taiwán desaparecieron por arte de magia. Igual ocurre con los allanamientos que se han hecho en algunas de las propiedades que alquila el expresidente Funes.
Todo lo que ahí se ha encontrado de ningún modo puedo haber sido plantado por la oposición como un acto de venganza o conspiración. En consecuencia el préstamo por los $700,000 a “Mecafé”, los 80 pares de zapatos y los demás artículos de lujo son prueba suficiente de actos de corrupción.