El eterno divo

El último adiós para Juan Gabriel se hace cada vez más extenso. Según confirmaron autoridades forenses los restos del ícono de la música popular mexicana no necesitarían de una autopsia debido a su historial clínico.

Admiradores alrededor del mundo siguen consternados por el fallecimiento de Juan Gabriel el domingo por la mañana. Ayer a tempranas horas, comenzó a revelarse mayor información sobre qué pasará con los restos mortales del “Divo de Juárez”. Autoridades permitieron el traslado de los restos de Alberto Aguilera Valadez –su nombre de pila– a una funeraria sin necesidad de una autopsia.

El hijo consentido de la música popular mexicana murió en su residencia de Santa Mónica, dos días después de haber dado su último concierto en Inglewood. Tenía 66 años de edad.

John Kades, jefe de la oficina forense del condado de Los Ángeles, dijo que no podían decir cuál fue la causa del deceso porque todavía no han firmado su certificado de defunción, pero comentó que “debido a su historial médico, él no necesita una autopsia". Pese a gozar, usualmente, de buena salud en 2014 fue hospitalizado por una neumonía tras un concierto en Las Vegas.

Mientras tanto, el gobernador de Chihuahua, México, César Duarte, apuntó que se prevé entregarlo a los familiares mañana y que, presumiblemente, será desplazado a continuación a Ciudad de México, con una posible parada en Ciudad Juárez, donde el cantautor vivió su infancia y comenzó su carrera hace 40 años. Personalidades de varios países dentro y fuera de Latinoamérica lamentaron la perdida. Entre ellos el presidente de Estados Unidos Barack Obama. “Con sus románticas letras, apasionadas interpretaciones y estilo característico, Juan Gabriel cautivó audiencias e inspiró a innumerables músicos jóvenes”.

Cercanos como Marc Antony le rindieron tributo sobre el escenario. El cantante originario de Puerto Rico no pudo contener el llanto al interpretar “Abrázame muy fuerte”, de la autoría de Juan Gabriel durante su tercer concierto en el radio City Music Hall en Nueva York.

“Todas las personas que se sepan mis canciones que las canten y las que no, pues que se las aprendan”.

Armando Manzanero trabajó a su lado en sus inicios. María Félix fue testigo de su melodiosa voz. Le cantó. Pedro Vargas El tenor le brindó sus consejos. Juventud en los años setenta Querido el público lo amó AMORES ADEMÁS DE LA MÚSICA, A ISABEL...