Manipulación del presupuesto le cuesta el cargo a Dilma Rousseff
El Senado brasileño aprobó ayer la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, la culminación de un año de enfrentamientos que paralizaron al país más grande de Latinoamérica y pusieron al descubierto profundas brechas en la población en todos los ámbitos, desde las relaciones raciales hasta el gasto social.
Aunque se anticipaba la destitución de Rousseff, la medida fue un capítulo crucial en una colosal pugna política que está lejos de concluir. Ella fue la primera mujer en ejercer la presidencia de Brasil, con una destacada carrera que incluyó formar parte de la lucha guerrillera en la década de 1970 y ser encarcelada y torturada por la dictadura de entonces.
El año pasado fue acusada de violar las leyes fiscales para ocultar agujeros en el presupuesto federal, y argumentan que ello exacerbó la recesión, la inflación y los despidos.
“El Senado ha hallado que la presidenta de la República Federal de Brasil, Dilma Vana Rousseff, cometió delitos al violar las leyes fiscales”, dijo el magistrado
Comisión especial de diputados recomienda abrir juicio político contra Rousseff. En mayo la comisión del Senado respalda la moción.
Rousseff es suspendida por el Senado con 55 de los 81 votos posibles a favor del juicio. Temer asume como presidente interino. Ricardo Lewandowski, quien presidió ayer el juicio.
Los legisladores de oposición, que desde el principio dejaron claro que la única solución era destituirla, argumentaron que las maniobras enmascararon amplios déficits causados por el elevado gasto y que a la larga exacerbaron la recesión en un país que durante largo tiempo disfrutó de un estatus muy destacado entre las economías emergentes.
Rousseff refutó las acusaciones una y otra vez, y siempre se declaró inocente. Recordó que presidentes anteriores usaron esas mismas prácticas de contabilidad, y denunció que la iniciativa para destituirla era un golpe de Estado protagonizado por las élites adineradas molestas con las políticas populistas que ella y su partido implementaron en los últimos 13 años.
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El presidente de diputados, Eduardo Cunha, acepta el pedido de “impeachment” contra Rousseff por adulteración en cuentas públicas.
Inicia el maratónico juicio por la destitución final de Rousseff. Intervienen los últimos testigos de la acusación y la defensa.
Concluye el fatídico camino de Rousseff con la confirmación de su destitución definitiva. Michel Temer asume la presidencia hasta 2018.
El proceso de “impeachment” terminó con el mandato de la primera presidenta de Brasil y con 13 años de gobierno de su partido. Temer es ahora presidente de un país dividido.