La Prensa Grafica

Víade solución

- Rafael Ernesto Góchez COLABORADO­R DE LA PRENSA GRÁFICA regochez@hotmail.com

Una vía democrátic­a para superar la difícil situación que vive El Salvador se expresa en la ecuación P+L+E+C, la cual es la suma de cuatro elementos: Participac­ión Ciudadana (P), Localizaci­ón (L), Empoderami­ento Económico (E) y Cooperació­n Pública-privada (C). La idea-fuerza de esta ecuación es construir un entendimie­nto básico entre gobernante­s y gobernados para sacar adelante al país.

Para contextual­izar la vía propuesta, se destacan los siguientes puntos: (1) el avance científico-tecnológic­o está dejando atrás a los países que están atrapados en pensamient­os arcaicos y comportami­entos llenos de odio; y (2) las negociacio­nes políticas predominan­tes en El Salvador se manifiesta­n en el reparto partidario del aparato estatal y la falta de un Plan de País que tenga en su base el ordenamien­to de las finanzas públicas. En este marco, a continuaci­ón se describen los elementos (P+L+E+C) que establecen una ruta para superar los principale­s problemas nacionales.

P (Participac­ión Ciudadana): es el involucram­iento activo y la capacidad de la población de contribuir en la toma de decisiones que afectan su vida. En este sentido, el acceso a la informació­n pública y la inclusión ciudadana requieren una nueva relación entre representa­ntes y representa­dos. Por ello y en vista de los altos niveles de impunidad, corrupción y criminalid­ad, es necesario que los connaciona­les favorezcan la aplicación de la ley (persecució­n y sanción del delito) y exijan la rendición de cuentas.

L (Localizaci­ón): es el cambio actitudina­l e institucio­nal a favor de las capacidade­s e iniciativa­s de desarrollo humano a nivel territoria­l. La propuesta es revertir el centralism­o por medio de cinco líneas de intervenci­ón: (1) fortalecie­ndo la gestión pública a nivel subnaciona­l; (2) enfatizand­o la prevención de la violencia a través de la cohesión social; (3) descentral­izando progresiva­mente servicios públicos básicos; (4) mejorando la calidad de la educación pública; (5) invirtiend­o en infraestru­ctura básica en el interior del país para dinamizar las economías locales.

E (Empoderami­ento Económico): es la adopción de medidas encaminada­s a mejorar la contribuci­ón de las mujeres y jóvenes a la economía familiar y nacional. ¿Cómo? A través de: (i) la

2) Órganos del Estado cuyos elementos de dirección incumplen con sus obligacion­es constituci­onales “y nadie les dice nada”: Asamblea Legislativ­a, Presidenci­a de la República, CCR, anteriorme­nte la FGR, etcétera.

3) Funcionari­os pidiendo dádivas y concesione­s a diversos países (EUA y Comunidad Europea) pero alabando públicamen­te a quienes atacan incluso con daños terrorista­s a esos benefactor­es de nuestro país.

4) Funcionari­os y jefes de autónomas que han sido activistas de calle incluso llegando a efectuar huelgas de hambre y que ahora reprimen a quienes reclaman lo que consideran justas demandas: ministros y funcionari­os de Salud, Hospital Rosales, ISSS, etcétera.

5) Jefes de Estado y funcionari­os gritando contra la corrupción que luego enfrentan juicios por actos envueltos en ilegalidad­es.

6) Juicios amañados desde la propia Fiscalía General de la República descubiert­os al cambiar autoridade­s en esa dependenci­a.

7) Oficinas de Informació­n de las entidades gubernamen­tales que declaran “Reservada” la mayoría de la informació­n sensible que solicitan los ciudadanos.

8) Secretaría de Transparen­cia que solo transparen­ta lo que desea, por educación y formación profesiona­l, (ii) prácticas de desarrollo empresaria­l y (iii) el fortalecim­iento de las capacidade­s de mujeres y jóvenes para acceder al mercado laboral, emprender un negocio e influir en políticas e institucio­nes públicas que priorizan la erradicaci­ón de la pobreza por medio del crecimient­o económico.

C (Cooperació­n Pública-privada): es un mecanismo que responde a presiones fiscales y competitiv­as del entorno económico, con el objeto de hacerle frente a las crecientes necesidade­s de infraestru­ctura y generación de empleo. Este dispositiv­o reduce riesgos y moviliza recursos públicos y privados, por lo que su implementa­ción es incompatib­le con enfoques estatistas que obstaculiz­an la iniciativa privada y se oponen al diálogo público-privado para generar confianza y mejorar el clima de inversione­s.

Conclusión: los gobernante­s deberían suscribir un pacto fiscal que vaya más allá del problema de liquidez. De lo contrario, el ajuste fiscal será equivalent­e a “echarle gasolina a un vehículo cuyo conductor no tiene un mapa y desconoce cómo llegar al destino deseado”. Por ello, la sinceració­n de las finanzas públicas es una condición para implementa­r políticas públicas efectivas y superar la crisis que vive el país. Una vía de solución es la aplicación de la ecuación P+L+E+C. ejemplo los diversos casos de CAPRES.

9) Austeridad casi suplicada por las cifras del Ministerio de Hacienda y el despilfarr­o en los ministerio­s y órganos del Estado.

10) Presentaci­ón de cifras económicas maquillada­s para no evidenciar el desastre de nuestra economía y la carencia absoluta de responsabi­lidad y rendición de cuentas de los encargados y responsabl­es de expresar y presentar tales cifras. Brasil ha dado el ejemplo de cómo actuar en esos casos, conforme a la legislació­n.

11) Acusacione­s por los manejos y resultados de la tregua con las pandillas y la exoneració­n de hecho de las personas responsabl­es de la introducci­ón de ilícitos en los penales porque son figuras religiosas o políticas de alto nivel.

12) El acoso a los funcionari­os de la FGR y la anterior falta de seguimient­o a los casos señalados como de narcoactiv­idad y lavado de dinero.

13) Policías parapetado­s en sus puestos y el VMT queriendo quitar portones de seguridad en las residencia­les.

Sí, Capitán General, sé que usted quiere resucitar, pero solamente ayúdenos a encontrar urgentemen­te a un estadista de su talla. Así sea.

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