Recordaron víctimas del alud en El Cambray II
Víctimas de la tragedia recordaron con flores y velas a sus seres queridos.
Con la memoria viva de la tragedia, miles de vecinos honraron ayer el recuerdo de las víctimas de El Cambray II, el alud que hace justo un año causó 280 muertos y 70 desaparecidos al desplomarse sobre un humilde asentamiento próximo a la capital de Guatemala.
Familias enteras acudieron al camposanto de Santa Catarina Pinula, apenas a unos centenares de metros del lugar del desastre para colocar flores y rezar ante las tumbas de los desaparecidos.
Un grupo de bomberos honró también la memoria de una compañera fallecida durante la tragedia.
Los homenajes íntimos, como los de los compañeros de las decenas de estudiantes que el año pasado murieron en el alud, se han sucedido en los últimos días: todos en Guatemala han querido mostrar su respeto a una de las tragedias más devastadoras de las últimas décadas.
Aunque el país ocupa la cuarta posición en riesgo de vulnerabilidad mundial a las catástrofes y a los efectos del cambio climático, El Cambray II sobrecogió para siempre la memoria de los guatemaltecos.
Semanas de búsqueda de los desaparecidos y los escándalos políticos por la negligencia de los alcaldes impiden cerrar la herida: los exregidores Víctor Gonzalo Alvarizaes Monterroso y José Antonio Coro García están procesados por homicidio culposo.
Hoy El Cambray II es un pueblo fantasma: las casas fueron abandonadas a la carrera, dejando tras de sí los deberes de los pequeños y sus ositos de peluche, mientras el polvo cubre las estanterías de las antiguas abarroterías.
Muchos de los vecinos residen ahora en el pueblo de Santa Catarina Pinula, pero ahí la vida no es la misma: la sensación de comunidad, de hermanad, que unía a los habitantes de El Cambray ha desaparecido una y otra vez.