Gobierno y sector privado con responsabilidades ante desnutrición infantil
PMA ha trabajado de la mano con MINSAL, ahora comienza a hacerlo con empresas. La clave para mejorar la situación es coordinar esfuerzos.
En los últimos años El Salvador ha sido golpeado por dos sequías y la roya del café, su efecto fue más evidente en el interior del país, que trajo como consecuencias efectos en la malnutrición, que conlleva una “doble carga”: una desnutrición crónica (los niños no crecen) y un problema de sobrepeso y obesidad. El Programa Mundial de Alimentos (PMA), agencia especializada de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ha brindado un gran aporte al país con el apoyo al Ministerio de Salud (MINSAL) con el programa de nutrición, donde han dado un alimento fortificado a alrededor de 18,000 mujeres y niños en 200 municipios del país.
PMA destaca que el crecimiento de estatura representa el desarrollo cognitivo: cuando un niño no crece, tampoco se desarrolla su cerebro y esto sucede en los primeros años de vida; son claves los primeros 1,000 días de vida (el embarazado con sus nueve meses y los primeros dos años).
“En ese periodo (1,000 días) se determina la curva de crecimiento. Si por alguna razón (personal o medioambiental) no recibió los nutrientes que el cuerpo necesitaba, tendrá una curva de crecimiento inferior... Eso no se puede cambiar después. Al mismo tiempo se desarrolla el cerebro”, explicó Nils Grade, representante de país del PMA.
De acuerdo con estudios que muestran que los niños que no han crecido (son más bajos) tienen un rendimiento inferior en las escuelas, repiten más años y se salen antes. Un estudio en Guatemala demuestra que los niños que han crecido bien 30 años después ganan un 46 % más por hora que los que no crecieron bien.
El programa que tiene PMA con el MINSAL es apoyado, en parte, por Canadá, pero también por donaciones pequeñas de la empresa privada como Pizza Hut (desde hace cuatro años con la Maratón Putch), de JP Morgan, Fundación Astellas y hace unos días lanzaron una campaña junto a Súper Selectos, donde las marcas Mccormick, Lactolac y Unilever les respaldarán, ya que durante tres meses por cada producto que se vende en Súper Selectos harán una donación para apoyar al programa.
Es acá donde Grade considera: “No es una cosa que como ciudadanos debamos esperar que el Gobierno haga solo, no podemos adoptar esta actitud asistencialista, aunque el Gobierno lo hace. Primero es una responsabilidad de cada uno: si los padres no inciden en el niño en una buena educación y alimentación, todo lo que haga el Gobierno va a ser difícil superar. El sector privado tiene que jugar un papel importante”.
El representante del PMA avala que esto está comenzando a ser entendido y tomado en cuenta por el sector privado, por medio de varias iniciativas dentro de los presupuestos de sus programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Sin embargo, señala que no se está coordinando el esfuerzo entre las diferentes empresas, que podrían aprender de sus experiencias, ni con el Gobierno. El Estado debería compartir la estrategia para eliminar esa “doble carga” de malnutrición en el país a lo largo de los próximos 20 años y asignar un papel al sector privado que aporta recursos y que incide mucho.
Grade considera que se va por buen camino: la desnutrición crónica (retardo de talla) bajó de 19 % a 14 % en 2014; el sobrepeso y la obesidad en niños es de 6 %, no está empeorando.
Por ello, y para mejorar, es que para el primer trimestre de 2017 planifican organizar en el país la conferencia centroamericana de nutrición; luego de ello, se reunirán con el sector privado salvadoreño y el Gobierno para tener un diálogo más estructurado respecto a la desnutrición infantil.