Elpaís queviene
Hace unos días, invitado por LA PRENSA GRÁFICA, participé en el foro denominado “El País que Viene”, junto a prologuistas del libro que lleva el mismo nombre, una iniciativa sumamente valiosa que recoge las perspectivas de una nueva generación de jóvenes comprometidos con El Salvador.
La reflexión que tuvimos durante el foro resulta muy atinada en la etapa que actualmente vive El Salvador, cuando nos encaminamos a conmemorar, el próximo 16 de enero, el XXV Aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz.
Durante cinco lustros, hemos hablado sobre logros que cosechamos en nuestra vida en paz y democracia: los avances en materia de respeto a los derechos humanos y a la libertad de expresión, la institucionalidad surgida de los Acuerdos, los espacios abiertos para la participación política, y otra serie de condiciones que nos han permitido, especialmente en los últimos años, sentar las bases para un mayor desarrollo de nuestra patria.
Ciertamente, tenemos motivos para conmemorar estos 25 años, pero el momento nos demanda también guiar nuestra reflexión hacia el futuro, a pensar cómo fortalecemos o reenfocamos lo que ya hemos logrado de cara a ese país que viene.
Por eso, uno de los puntos que resaltaba es la necesidad de que trabajemos, con la participación ya no solo de los sectores políticos, sino de todas las fuerzas vivas del país –gobierno, partidos, empresa privada, academia, sociedad civil, etcétera– una segunda generación de acuerdos de nación, que nos permitan establecer una agenda integral alrededor de los temas mínimos en los que debemos todos, como país, situarnos en la misma página.
La conmemoración de enero próximo se nos presenta como una oportunidad de oro para enrumbarnos en esa dirección y, con el acompañamiento de la Organización de las Naciones Unidas, queremos impulsar entonces un esfuerzo inclusivo y participativo para lograrlo.
Particularmente, mencionaba que tres de los grandes temas en los que debemos enfocar buena parte de nuestra energía son el crecimiento económico, el desarrollo social y la reforma institucional.
Es necesario que, con la voluntad y el aporte de todos, nos pongamos de acuerdo en medidas concretas para dinamizar nuestra economía y hacer de El tienen un déficit y no pueden seguir creciendo de modo normal...
Un niño que no ha aprendido bien a leer, a escribir u operaciones básicas de aritmética seguramente tendrá problemas en funciones más complejas del lenguaje o matemáticas, y posiblemente repita o será un desertor. Si intervenimos a tiempo y recuperamos los vacíos cognitivos seguramente tendrá éxito. Por eso el informe Mckinsey (2010) señala que en los sistemas educativos con mejor desempeño a nivel mundial uno de los cuatro pilares es que “todos” los niños del sistema tienen éxito.
Pero no basta con tener docentes eficientes y motivados, recursos didácticos apropiados, buenas tecnologías, un buen ambiente de aprendizaje, alimentación adecuada y programas complementarios. Un buen sistema educativo tiene bien definida su curva de aprendizaje y esta es establecida por el Currículum Nacional.
Cuando asignamos una nota o emitimos un registro de notas de un grado escolar es el resultado de los logros del estudiante contra o versus un estándar o baremo institucional –la nota 10– ¿y qué significa 10?, o ¿qué significa que este estudiante culminó exitosamente su educación secundaria?; más nos preocupa el analizar 19 años de PAES con un promedio cercano al 50 % de logros de aprendizaje... (El promedio nacional sabe la mitad de lo que debería saber). Salvador un país con mayor productividad, y que ese crecimiento, a su vez, nos ayude a generar recursos para implementar acciones que lleven beneficio social a nuestra gente.
Dentro de esa apuesta por lo social, la educación debe ser además un eje fundamental, alrededor del cual sectores como el público, el privado y la academia podemos buscar sinergias para ir cerrando las brechas entre la formación educativa y las demandas del mercado laboral, así como para potenciar una educación que preparare a nuestros niños y jóvenes para una vida cada vez más cambiante, en la que la capacidad de adaptación, la creatividad e innovación se vuelven indispensables.
Y para acompañar todo esto, por supuesto, es importante también que nuestras instituciones y legislación se adapten a los nuevos tiempos y hasta a las innovaciones tecnológicas, para que, sin perder sus principios fundacionales ni la independencia en sus respectivos ámbitos de actuación, puedan responder mejor a las necesidades actuales de la ciudadanía.
Estos son, al menos, tres grandes conglomerados de temas que pueden servir de punto de partida para ese necesario debate, uno que llevemos adelante despojándonos de prejuicios y teniendo como único propósito que ese país que viene sea uno cada día mejor para las y los salvadoreños.
¿Usted permitiría que lo opere un cirujano que obtuvo nota de 5 en su materia de cirugía?, ¿le daría el contrato a un ingeniero civil que se graduó con CUM de 5?, ¿permitiría que su hijo sea educado por un maestro que obtuvo en su ECAP 5?
Como sea, creo que nuestro sistema educativo está evaluando o comparando resultados académicos contra supuestos muy subjetivos; al margen de que exista una normativa de evaluación, objetivos, descriptores, estándares o cualquier otra herramienta teórica lo importante es verificar si se cumplen los principios curriculares del sistema, sobre todo en materia de ciudadanía y ética.
Está muy bien que se mejoren los resultados de Ciencias Naturales y Matemáticas (aunque por el momento no mejoran), pero los “fines de la educación” son más que buenas notas en las cuatro áreas básicas (artículo 2 de la Ley General de Educación): desarrollo integral de la personalidad, construcción de ciudadanía democrática, combatir la intolerancia y el odio, conocer la realidad nacional e identificarse con los valores salvadoreños... ¿nota usted que esté pasando esto...?, ¿no será tiempo de dudar de lo que sucede en las escuelas? Sabemos que el tejido social está débil, pero la escuela está llamada a hacer algo.
¡Finalmente, no dejemos de leer los artículos 47, 48 y 49 de la Ley General de Educación! DOMINGO 7 DE DICIEMBRE DE 1941 Nelson A. Rockefeller, coordinador de asuntos interamericanos, dijo en un discurso en el Madison Civic Club que Estados Unidos no puede permitir la desmoralización o dominación nazi sobre ninguna otra de las repúblicas americanas o una región considerable de alguna de las repúblicas, sin enfrentar el peligro físico contra la seguridad de todos.
Hoy hace 50 años
MIÉRCOLES 7 DE DICIEMBRE DE 1966 Si el Japón de hoy poco o nada sabe o nada tiene que ver con el que atacó Pearl Harbor hace exactamente 25 años, al 7 de diciembre de 1941, el pueblo japonés sabe bien que el cambio se debe, fundamentalmente, a una sola persona: el general Douglas Mcarthur. Este cable fue escrito por Leslie Nakashima para la agencia UPI.
Hoy hace 25 años
SÁBADO 7 DE DICIEMBRE DE 1991 Con votos de ARENA, PCN y MAC, la Asamblea Legislativa rechazó la demanda de antejuicio contra los 14 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, promovida por el doctor Arturo Méndez Azahar. Fue rechazada porque “carece de base legal” y, a juicio del mismo presidente de la Asamblea, Roberto Angulo, sería un precedente de ilegalidad. SEXO INGRÁVIDO: EL QUE PRACTICAN LOS QUE ASPIRAN A REPOBLAR EL MUNDO CON HABITANTES VOLADORES PROVISTOS DE SUS PROPIAS ALAS.
CADA SER HUMANO ES UN UNIVERSO CON NOMBRE Y APELLIDO. Y LO QUE MÁS VÍNCULOS CREA ENTRE LOS UNIVERSOS EXISTENTES SON LAS ENERGÍAS SECRETAS.
A LO QUE MÁS HAY QUE TEMERLE ES AL MOMENTO EN QUE LA RAZÓN PIERDE LA RAZÓN. En nuestra Constitución de la República en los artículos del 32 al 70 se encuentran normados la protección de los derechos sociales de los habitantes de El Salvador; pero en esta ocasión, a manera de ensayo, ya que es la primera vez que me aventuro en escribir algo al respecto y exclusivamente, me voy a referir a los derechos de educación, ciencia y cultura, normados en los artículos 53 al 64; en el inciso segundo del artículo 56 establece que la educación parvularia, básica, media y especial será gratuita cuando la imparta el Estado; y la salud pública se encuentra normada en este derecho, en los artículos del 65 al 70 y en su artículo 66 dice que para los habitantes que carezcan de recursos económicos la salud será gratuita; pero según mi punto de vista y espero que no se ofenda nadie con expresar mi punto de vista al respecto, ya que yo viajo en mi vehículo en palanca al centro, para ahorrar algunos recursos en esta tan delicada situación económica: que los recursos con los que el Estado presta esos servicios a sus habitantes son del presupuesto del Estado en principal y el presupuesto se forma de todos los impuestos que pagan todas las personas, hasta los más humildes, entonces, eso de que son gratuitos esos servicios es una mentira; en vista de que ya han sido pagados a través de nuestros impuestos y los Estados lo que hacen es nada más que devolver esos recursos a sus habitantes a través de los servicios antes en mención; en conclusión, ¡nos han mentido al respecto durante muchos años!
José Ventura/ Estudiante de Ciencias Jurídicas