¿Qué tanto cuesta producir un quintal de maíz?
Aquellas personas que desconocen la verdadera realidad del agro pudiesen decir que los costos mencionados los han elevado y no son reales.
Un buen amigo y empresario agrícola me hizo llegar los costos de producción de una manzana de maíz, tanto semitecnificado como en forma tradicional. Los revisé cuidadosamente y estimo que son bastante aceptables. Cabe mencionar que tales costos están basados en el salario mínimo anterior y no con el que inició en 2017. Para el caso del cultivo semitecnificado, en que algunas labores se realizan con el uso de maquinaria, el costo por manzana anda por los $889.13. Si un agricultor produce 60 quintales por manzana, el costo por quintal andaría por $14.82. Si su producción la subimos a 70 quintales, el costo bajaría a $12.70, y si fuera el caso que cosechara 80 quintales, su costo bajaría a $11.11. Ahora, el cultivo tradicional anda por los $795.18 por manzana, con producciones de 45 quintales. Así, su costo por quintal andaría por los $17.67. Si sacara 50 quintales, su costo bajaría a $15.90, y si fuese tan bueno y sacara 60 quintales, su costo sería de $13.25. Dado que los precios de mercado de maíz andan actualmente entre $10.50 y $11, el productor siempre pierde. Se da el caso que cuando por una razón eventual los precios tienden a subir, de inmediato se repara que hay acaparamiento y es indispensable importar. Aquellas personas que desconocen la verdadera realidad del agro pudiesen decir que los costos mencionados los han elevado y no son reales. Invito a aquellos acuciosos y amigos de los números que estimen el costo de cada una de las actividades que tiene que realizar algún agricultor cultivando una manzana de maíz: alquiler de tierras, eliminación de rastrojos, cercado, preparación de suelos, aplicación de herbicidas tanto preemergentes como postemergentes, adquisición de la semilla, tratamiento de la semilla para evitar daños de insectos de suelo, combate de plagas del follaje de dos a tres veces durante el ciclo del cultivo, aporco, uso de algún foliar en tiempos de estrés hídrico, tapisca, transporte del campo al lugar del beneficiado, destuse, desgrane, ensacado y todas estas actividades en su mayoría haciéndolo manualmente. Luego, ya en bodega, control de gorgojos y ratas, y sin faltar los intereses de los créditos, el robo, las sequías o el exceso de lluvias, incluyendo nuevas plagas o enfermedades como mancha de asfalto y otras. Luego viene la pregunta de rigor de alguien que conoce el maíz solo en tortillas: ¿Y por qué resulta tan caro y se puede importar a más bajo costo, incluidos fletes marítimos y otros gastos? Sencillamente porque la mayoría de actividades se realiza en áreas pequeñas, en tierras degradadas y casi todo manualmente. En cambio, en otros países se trabaja en forma mecanizada, áreas más grandes, con variedades con mayor potencial genético, en tierras planas y fértiles, con garantías de seguridad para las personas y sus bienes. En 1957 fui invitado a conocer en ocho estados de Estados Unidos de América la forma en que se cultivaba y se atendían las empresas pecuarias. Estando en Iowa, parte del cinturón maicero, observé que prácticamente todas las labores se realizaban en forma mecanizada. En el control de plagas se usaban aviones y a la hora de la cosecha vi que algunas variedades híbridas tiraban la mazorca hacia un lado, lo que facilitaba la actividad de las cosechadoras. Luego, el maíz en tusa se llevaba a los beneficios en donde las máquinas destusan y a la vez desgranan, y la tusa y los olotes salen a un sitio aparte y es molido y vendido a los engordadores de ganado para la elaboración del alimento que dan a los novillos en “feed lots”, vendiendo también el maíz de tercera para la fase de alimentación del ganado. El maíz es originario de México y Centroamérica, pero fue llevado a Estados Unidos mejorado genéticamente y ahora es el mayor productor del mundo. Considero razonables los lamentos de los productores cuando los costos y los precios de venta no son razonables, más para aquellos que solamente eso hacen, mientras que los de la ciudad queremos comida barata, subsidiada por los más pobres de los pobres. Pienso que sobre este tema la investigación agrícola tiene suficiente para quebrarse la cabeza y buscar nuevas alternativas que estimulen a los productores y no falten alimentos. No olvidemos que sin agricultura no hay comida.