77,655 JÓVENES NO LLEGARON AL BACHILLERATO
La transición de estudiantes de tercer ciclo a bachillerato es la que reporta disminución en la cobertura, pues solo el 42.6 % de alumnos de sexto grado en 2011 llegaron a bachillerato en 2016.
El sistema de educación pública reportó una pérdida de 77,655 estudiantes que no alcanzaron los 12 grados de escolaridad. Es decir, que la cantidad de alumnos que permanecen en la escuela disminuye a medida que avanzan los niveles educativos y solo el 42.6 % de los matriculados en sexto grado en 2011 llegaron al segundo año de bachillerato en 2016. Específicamente, en 2011 había matriculados 135,386 estudiantes en sexto grado; en 2012 los que continuaron séptimo grado fueron 132,548; el siguiente año llegaron a octavo 116,349; en 2014 se tuvo una reducción de los que se matricularon en noveno, de 99,295; luego en 2015 los que llegaron a primer año de bachillerato fueron 74,816 y para el año pasado en el segundo año de media hubo 57,791.
“Podemos ver cómo año con año el sistema va perdiendo nuestros niños y jóvenes. Si hacemos una simple diferencia hemos perdido 77,655”, dijo ayer Renzo Valencia, director nacional de Gestión Educativa del Ministerio de Educación (MINED), durante la sesión del Consejo Nacional de Educación (CONED).
Eso se traduce en 2,219 secciones que deberían estar habilitadas para poder tener a esta población en el sistema. Mientras que los que comenzaron sexto grado en 2012 fueron 131,144 y el año pasado llegaron al primer año de bachillerato 72,331, una pérdida del 44.8 %.
En 2016 hubo 90,636 estudiantes en noveno grado. “El año pasado no transitaron al primer año de bachillerato más o menos 18,000 jóvenes”, dijo Valencia.
De ahí que las acciones que se realizan para garantizar los 12 grados de escolaridad para la población, que sería desde parvularia 6 hasta el segundo año de bachillerato general, dentro de las metas del Plan El Salvador Educado (PESE) para 10 años, tienen que ver con garantizar las estrategias de transición de sexto a séptimo y de noveno a bachillerato y retener a los estudiantes. Otra estrategia es recuperar a los que salieron del sistema. Hay 211,000 personas en edad regular que deberían estar en el bachillerato.
Los motivos por los que los jóvenes abandonan el sistema educativo varían. “Hay muchas razones. Siempre nuestro país ha tenido coberturas muy bajas de tercer ciclo y bachillerato, no es reciente. Es lo que la sociedad, lo que se ha venido ofertando a la sociedad”, dijo Carlos Canjura, titular del MINED.
Agregó que el tema de la pobreza siempre ha afectado a la sociedad, pues muchos niños dejan la escuela porque tienen que incorporarse a trabajos agrícolas u otra actividad económica para ayudar a la subsistencia de su grupo familiar.
Pero otra de las razones también tiene que ver con la inseguridad que afecta al país. “No hay ninguna duda que afecta. Nosotros hemos registrado siempre, este tipo de datos son poco ciertos no es que sean contundentes, pero nosotros tenemos un estimado que anda por los 14,000, 15,000 jóvenes que dejan la escuela justamente por el tema de violencia”, expresó Canjura.
De ahí que entre las acciones para garantizar la permanencia escolar está implementar modalidades alternativas de educación para la población que está fuera del sistema o en situación de vulnerabilidad social.
“La cobertura en básica es alta, más de 90 %. Si lográramos que estos niños no se vayan y si hay dificultades para que continúen como el tema de la violencia o los embarazos que es igualmente grave o dificultades económicas, entonces ofertar modalidades fle-
ALIANZAS EL PLAN EL SALVADOR EDUCADO PROPONE UN PROGRAMA DE ALIANZAS ENTRE EL MINED Y EL SECTOR PRIVADO PARA QUE ESTUDIANTES DE BACHILLERATO REALICEN PRÁCTICAS LABORALES DENTRO DE LAS EMPRESAS.
xibles. Porque el problema es que si se van ya es más difícil recuperarlos”, dijo Marina Morales, oficial de educación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en El Salvador.
Manifestó que colaboran en un programa de cooperación Sur-sur con los ministerios de Educación de El Salvador y Colombia en tema de violencia. “Y la idea es buscar cuáles son las alternativas para acelerar los procesos de educación. Lo otro es tomar conciencia, si no resolvemos el tema de educación, el tema de violencia
no va a terminar en el país”, dijo.
Otra de las líneas de acción es aumentar el número de escuelas bajo el modelo Inclusivo de Tiempo Pleno, que el PESE propuso agregar 482 para 2017, pero el Plan Operativo Anual (POA) cuenta con financiamiento para 299. Otra es articular programas de empleo juvenil al bachillerato y ampliar el programa Nacional de Alfabetización.
Todas las acciones necesitan $27,762,284, pero el POA tiene $8,396,595, es decir, queda una brecha de más de $19.3 millones. El MINED dijo que presentará algunos programas a la cooperación internacional.
“Invertimos más en prevención de violencia que en educación, porque del PIB (Producto Interno Bruto) para violencia se nos va el 16 % y para educación se nos va el 3 %”, añadió la representante de UNICEF.
“Está evidenciado y establecido en los mismos planes del Consejo de Seguridad que prevención de violencia significa educación”. MARINA MORALES, OFICIAL DE EDUCACIÓN DE UNICEF EL SALVADOR