Tres escuelas sin agua por tema de subsidio
El sistema fue donado por la República de China (Taiwán) a través de Taiwán-icdf, Visión Mundial y la alcaldía vicentina.
Tres centros escolares de la zona rural al sur del municipio de San Vicente llevan años sin servicio de agua potable, lo cual mantiene en una situación vulnerable a los estudiantes y maestros.
Estos se encuentran en el cantón Dos Quebradas, comunidades Vía Los Ángeles y hacienda La Primavera. Solo una tiene pozo artesanal, pero el agua no es apta para consumo, según se confirmó.
En Dos Quebradas los niños del caserío La Loma deben llevar agua para beber, pero no hay para lavarse las manos. El problema, según las autoridades, es que hace más de siete años se construyó un sistema de agua para dotar a nueve comunidades, en instalaciones donde funcionaba anteriormente la escuela, bajo el compromiso verbal de parte de los directivos de que no se cobraría, pero al iniciar el servicio domiciliar les exigieron poner un contador.
“Se decidió que se daría para que ahí construyeran los pozos y las oficinas. Se nos dijo que no se cobraría a la escuela, pero después nos exigieron contador, no cumplieron con lo que prometieron”, expresó Pablo Ismael Alfaro, director de la escuela.
Alfaro asegura que desde entonces no tienen agua potable y las alternativas de solución no llegan, lo cual afecta principalmente a los estudiantes. Añadió que solo a su escuela se le prometió subsidio, pero, a su criterio, debería ayudarse a las tres instituciones.
Miembros de la junta directiva de la Asociación de Desarrollo Comunal (ADESCO) de La Loma dijeron conocer la problemática; sin embargo, no ha habido gestión para resolver el problema, y argumentan que no todos los miembros están activos en el trabajo organizativo de la comunidad, pese a que varios de los estudiantes son sus hijos.
“Lo que haremos la otra semana es reunirnos las nueve ADESCO (beneficiarias) para pedir a la Junta Directiva del Sistema de Agua que retome el subsidio a las escuelas. No sería mucho lo que ellos darían. Esperamos que juntos podamos lograr que se nos escuche”, manifestó Santos Eugenio Miranda, presidente comunal.
Pero la síndica de la junta María Dolores Parada viuda de Henríquez, quien dijo ser la fundadora, aseguró que nunca prometieron que se “regalaría agua” a las escuelas e iglesias, más bien que no se obligaría a que trabajaran en el proyecto y no cobrarían el derecho.
“El pago que se recibe (de los beneficiarios) no es suficiente como para estar subsidiando a las tres escuelas. El proyecto desde el inicio no era rentable... nos sostenemos porque no se ha dejado de vender derechos. Solo de energía pagamos mensualmente más de $800”, argumentó.
Confirmó que prestan el servicio a los tres centros escolares, y considera que “estos tendrían que pagar porque el MINED les entrega fondos”.