CAMTEX demanda “predictibilidad” al Gobierno
La gremial textil de la confección y zonas francas espera líneas claras sobre el ambiente de negocios y urgen mejoras en instituciones como las aduanas.
Durante los últimos meses, el sector de la confección y textiles, así como las empresas amparadas al régimen de zonas francas, han observado cambios en las condiciones con las que regularmente venían operando en el país. La Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas (CAMTEX), gremial que las representa, considera que la creación de nuevos impuestos, la forma en cómo se aprobó el nuevo salario mínimo, y costos asociados a su operación como el de la inseguridad, energía, fletes, así como dificultades en aduanas, no propician un ambiente estable para la atracción de nuevas inversiones o la expansión de las empresas ya instaladas en el país.
Para la gremial, el Gobierno violó el régimen de zonas francas en 2015, cuando creó una contribución para la seguridad y gravó con un 5 % a las empresas que ganan arriba de $500,000. “Es una falta al compromiso que el Gobierno hizo con todos los que están dentro del régimen de zonas francas y los que están (amparados) en la ley de servicios internacionales. Eso hace que los corporativos duden”, apuntó José Escobar, presidente de CAMTEX.
El deterioro en la competitividad del país es otro tema que preocupa al sector. Respecto a las aduanas, CAMTEX afirma que estas en lugar de facilitar el comercio lo dificultan, con el agravante de contar con una infraestructura física deteriorada. “En términos de operatividad es lo peor que podemos tener. Hicimos una propuesta al Ministerio de Economía, de hacer una subdirección de Aduanas para el régimen de zonas francas. No con el propósito de tener algún pri- vilegio especial, sino que ser un facilitador del comercio que El Salvador tiene”, dijo Escobar.
El sector produce cerca del 50 % de las exportaciones del país y genera más de 75,000 empleos directos. Hasta noviembre de 2016, las exportaciones acumuladas eran de $2,344 millones, una cifra que indica que un resultado muy similar al de 2015. “Esto es relativamente positivo, porque el sector tiene muchas más oportunidades de crecer”, apuntó Patricia Figueroa, directora ejecutiva de CAMTEX.
La Dirección General de Aduanas (DGA) implementó hace unos años un plan de modernización, el cual no satisface del todo a los empresarios. Un proyecto para facilitar la salida de carga de las zonas francas se ha encontrado con cuellos de botella en las aduanas de los puntos fronterizos, según los empresarios.
La semana pasada, la DGA quitó el acceso para operar a unas 30 empresas. La queja de los empresarios es que no hay una comunicación fluida para advertir sobre estos problemas. “Lo que decimos es que antes de desconectar a las empresas notifiquen”, añadió.