Operario de Sinaloa tuvo reunión con expolicía José Claros Amaya
El expolicía y cabecilla de estructura de narcotráfico centroamericana se reunió en Olocuilta con el cabecilla guatemalteco de las operaciones del cartel en El Salvador, según testigo.
El cartel de Sinaloa no depende de una sola estructura en Guatemala y El Salvador para trasladar la cocaína que va desde Ecuador y Colombia hacia el norte del continente, según le explicó un testigo criteriado a la Fiscalía General de la República (FGR).
Ese testigo informó que conoció dos estructuras: la primera era la liderada por el exmilitar guatemalteco Marlon Monroy Meoño, alias “el Teniente Fantasma”, y la segunda era la dirigida por Darwin Roderico González Delgado, alias “Capi”. Esas estructuras, según las investigaciones fiscales, también se relacionan con otras en la región.
La estructura de “Capi”, por su lado, tenía relaciones con una red de narcotráfico centroamericana liderada por el expolicía salvadoreño José Claros Amaya, quien fue detenido el 10 de enero de este año en el aeropuerto La Aurora de Guatemala, desde donde pretendía viajar hacia Costa Rica.
“Capi” y Claros Amaya, según dijo el testigo, se reunieron el 9 de agosto del año pasado en una pupusería de Olocuilta. Claros Amaya llegó al establecimiento en una camioneta color negro y “Capi” en otra camioneta, placas guatemaltecas P-675-926. La reunión fue breve, aunque el testigo no recuerda exactamente cuánto tiempo duró. El testigo también dijo a la Fiscalía que no pudo escuchar todo lo que “Capi” y Claros Amaya hablaron durante la reunión, ya que no estaba adentro de la pupusería, pero sí recuerda que al finalizar la reunión, un grupo de policías de la División Antinarcóticos intervino la camioneta de “Capi”, pero después lo dejaron ir.
Claros Amaya, por su lado, también se fue sin ser intervenido por la PNC, según el testigo.
“CAPI” EN EL SALVADOR
De acuerdo con el testigo de la Fiscalía, la razón por la que alias “Capi” viajó desde Guatemala a El Salvador no fue para reunirse con Claros Amaya, sino para reunirse con los lancheros salvadoreños que colaboraban con la estructura del “Fantasma”. En uno de esos viajes, aprovechando que Claros Amaya también estaba en El Salvador, fue que los cabecillas acordaron reunirse en Olocuilta, La Paz.
“Capi” había estado llegando a El Salvador después de la captura del “Fantasma” en abril del año pasado, mes en que la Policía del vecino país llegó hasta su residencia en Antigua Guatemala para hacer efectiva la orden internacional de captura por dirigir una estructura que también trasladaba droga hacia Estados Unidos.
Tras la captura del “Fantasma” y su posterior extradición a Estados Unidos, los lancheros salvadoreños, ahora procesados judicialmente por colaborar con el cartel de Sinaloa, habían quedado en el limbo, sin saber qué hacer con los cargamentos de cocaína que venían desde Suramérica. Para no perder la droga y que continuara fluyendo por la costa salvadoreña y desembarcando en playa Monterrico de Guatemala, “Capi” se contactó con el cabecilla local de los lancheros, José Leonidas Gómez Cuéllar, alias “Pepe”, para darle nuevas indicaciones.
Tras ese contacto, “Capi” comenzó a viajar para corroborar que los lancheros siguieran colaborando con el cartel de Sinaloa, a pesar de la captura del “Fantasma”. Para los lancheros, según cuenta el testigo, “Capi” no era un desconocido; de hecho, lo habían conocido antes que a “Fantasma”. Según el testigo, antes de que los lancheros trabajaran para “el Fantasma”, ya habían trabajado con “Capi”.
Sobre la estructura que dirige “Capi”, el testigo no reveló información, ya que, según dijo, solo conoce el trabajo que los lancheros hicieron para ese narcotraficante después de la captura del “Fantasma”.
Sobre la estructura del expolicía Claros Amaya, el testigo no dio información a la Fiscalía, ya que lo único que supuestamente sabe es que se reunió con “Capi”, uno de los cuatro guatemaltecos acusados por la Fiscalía salvadoreña de colaborar con Sinaloa, y quien no ha sido capturado. Por este caso fueron enviadas a prisión 27 personas el sábado pasado; entre ellas, la expresentadora de televisión Pamela Posada.