Metapanecos conservan sus moliendas
Se requiere pericia para no desperdiciar la materia prima extraída de la caña de azúcar. Una botella de miel o batido cuesta $2.
En lugares de la zona rural de Metapán, en Santa Ana, aún se pueden observar las tradicionales moliendas de caña de azúcar, destilando el aroma característico de la miel. Los que por años se han dedicado a laborar en estas moliendas explican que el proceso inicia con la corta de la caña, luego se extrae el jugo que servirá como insumo para la cocción y al final obtener diversos productos, como espuma, miel, atados de dulce y batidos.
Narciso Martínez tiene ocho años de trabajar en una molienda metapaneca y explicó que utiliza varias toneladas de caña que él también produce. El tiempo que se tarda en sacar el jugo puede ser de 45 minutos por cada seis cargas; después, para obtener la miel son tres horas y media en promedio, si no hay espuma, la cual sirve para los batidos y atados que se dejan enfriar.
“La clave es menear constantemente el caldo y no moverse del lugar, porque un descuido y se rebalsa como la leche cuando se pone a hervir”, agregó Martínez.
En los cantones El Panal, El Limo y carretera a la frontera de Anguiatú se pueden encontrar las moliendas. Para conocer más sobre esta tradición, no solo metapanecasinosalvadoreñaengeneral,puestambién son muy reconocidas las moliendas de San Vicente.
Una botella de miel o batido puede adquirirse en $2 cada una, o un atado de dulce a $1.
La actividad de molienda dura aproximadamente tres meses, dando tiempo para ser visitada por turistas o lugareños que hacen de esta toda una fiesta, donde diariamente se venden más de 40 batidos y se produce un promedio 60 botellas de miel.