250 niñas entran a nueva edición de Digigirlz
Este programa apoya el alto rendimiento académico de las niñas y adolescentes con capacitaciones en tecnología.
Darlen y Alejandra estaban inspiradas. Durante más de dos años han duplicado su esfuerzo en la escuela para poder cumplir un segundo programa de estudios en la tarde y ahora también son parte de Digigirlz, una iniciativa con la que aprenderán sobre las posibilidades que abren las ciencias y la tecnología.
“Hay muchas expectativas. Tengo fe en lo que puedo hacer, creer que hay más posibilidades y hacer algo por el país”, dijo Alejandra Machado, que vive en San Salvador y está en uno de los Centros Supérate de la misma zona.
También Darlen Martínez está enfocada sobre aprovechar lo que ha aprendido: “El año pasado viajaba todos los días desde Santa Ana para el Centro Supérate. Nunca me imaginé que ahora estaría con gente que ha hecho tanto por el país y quiero también ayudar”.
Digigirlz beneficia a unas 250 niñas en cada edición, aunque han llegado a 300. Esta iniciativa la desarrolla Microsoft con apoyo de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID). También ayudan la Fundación Poma, Fundación Gloria de Kriete y la Fundación Sagrera. Como todas estas organizaciones tienen programas activos sobre calidad educativa, ayudan a seleccionar a las beneficiarias que tienen más alto rendimiento académico.
La iniciativa es autoría de Microsoft y la desarrollan a escala mundial. “Queremos abrir sus mentes. La tecnología está en todos lados y ahora ya no tenemos que esperar 50 años para ver la evolución”, dijo Gracia Rossi,gerentegeneraldemicrosoftenelsalvador.
Ayer, durante el desarrollo de Digigirlz, participaron empresarios como Alejandro Poma, Guillermo Simán y Arturo Sagrera. En un conversatorio, resaltaron la importancia de incluir a más niñas en industrias de ciencia y tecnología, tanto en los centros de estudio como en el mercado laboral.
También la embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, invitó a las niñas a retarse a sí mismas y hacer todo el esfuerzo requerido. “Es recorrer el camino menos transitado”, expresó.