Discuten propuestas para que San Salvador sea ciudad sostenible
Especialistas coincidieron en que sí es posible rescatar y mejorar la capital dejando de lado la improvisación.
Transformar San Salvador en una ciudad que propicie una mejor calidad de vida para sus habitantes es un proyecto viable, pero requiere la cohesión de ideas de diversos sectores, según coincidieron varios de los expositores que participaron la semana pasada en el 4.º Foro de Ciudades Sostenibles, organizado por el Instituto Salvadoreño de la Construcción (ISC).
El ISC está conformado por CASALCO, FUNDASAL, Hábitat para la Humanidad, el Colegio de Arquitectos de El Salvador (CADES), la UCA, Universidad Albert Einstein (UAE), Asociación Salvadoreña de Ingenieros y Arquitectos (ASIA), la Asociación Salvadoreña de Consultores (ACODES) y por el Instituto Salvadoreño del Cemento y el Concreto (ISCYC).
La directora ejecutiva de FUNDASAL, Claudia Blanco, dijo de forma categórica que sí es posible que San Salvador sea una ciudad sostenible. “¿Han ido recientemente a Zacatecoluca? ¿Han caminado en Zacatecoluca? ¿Lo conocieron antes? Por supuesto que las transformaciones y los cambios son posibles. Zacatecoluca es una maravilla”, citó como uno de los ejemplos de reforma urbana en El Salvador, y que fue expuesto en Hábitat 3, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible, celebrada en Quito a finales de 2016.
“La situación de hoy es que esta ciudad no funciona, a todas luces. Cada quien la sufre a su modo”, opinó Federico Rodríguez, arquitecto de la firma desarrolladora Urbánica, quien participó en el conversatorio sobre las ciudades del mañana.
Álvaro Barraza, de Urbánica, invitó a parar “la improvisación” e invitó a los profesionales a organizarse y preparar planes para presentar soluciones. “Necesitamos organizarnos y preparar planes. Las experiencias de éxito (de ciudades) han podido reprocesarse con intervenciones masivas, y una intervención masiva necesita de apalancamiento, fondeo y un tema de gestión y un marco regulatorio. Es hora de que los intelectuales que nos ocupamos del desarrollo urbano nos sentemos a planificar esa ciudad y tomemos ejemplos de éxito”, planteó.
El arquitecto Miguel Rivera, de Urbánica, habló sobre la nueva propuesta de la firma desarrolladora llamada neourbanismo en la que se busca rescatar la vida comunitaria y los espacios públicos.
Tomás Chévez, presidente del Fondo Social para la Vivienda (FSV), comentó que un foro como el que se organizó la semana pasada sirve para que se difundan las mejores prácticas sobre desarrollos habitacionales y desarrollo de ciudades. “Ciudades sostenibles implica desarrollar el entorno”. Chévez habló del rol de la institución que representa en el financiamiento de la vivienda de interés social.
De cada 100 créditos para vivienda que se otorgan en el país, el FSV concede 65. En cuanto a montos otorgados, la participación de la institución es de 32 % del total.
La OPAMSS estima, con base en el censo de 2007, que dentro de 15 años San Salvador deberá prepararse para dar cabida a 28,000 nuevas familias que demandarán vivienda y servicios.