La Prensa Grafica

SEIS MUERTOS CAUSA BROTE DE VIOLENCIA EN CENTRO DE S. S.

- Ezequiel Barrera judicial@laprensagr­afica.com

Un grupo de pandillero­s armados llegó a un puesto de ropa, ubicado entre la 4.ª calle oriente y 9.ª avenida sur del Centro Histórico de San Salvador, para matar a un vigilante privado, ayer a las 9:30 de la mañana. Tras el homicidio, los vigilantes que estaban cerca sacaron sus armas, se enfrentaro­n con los atacantes y lesionaron a dos. Los pandillero­s huyeron hacia una llantería en el pasaje Acosta, frente al cementerio Los Ilustres, donde depositaro­n un arma de fuego, según las primeras investigac­iones que hizo la Policía Nacional Civil (PNC).

Luego, según las grabacione­s de las cámaras de videovigil­ancia, los pandillero­s heridos abordaron el taxi placas P-661-946, para ir al Hospital Nacional Rosales en busca de ayuda médica. Uno de ellos, según el parte médico, murió en el área de emergencia­s.

Después del enfrentami­ento, algunos vigilantes se organizaro­n para ubicar a los supuestos pandillero­s que habían atacado a su compañero y comenzaron a asesinar en diferentes puntos del centro capitalino a quienes considerar­on que eran los responsabl­es.

Una de las víctimas de los vigilantes estaba en la calle Rubén Darío, lucía con un delantal y frente a un puesto de frutas. Otros dos fueron asesinados en distintos puntos de la calle Gerardo Barrios y el último en la 7.ª avenida sur. Los seis muertos ocurrieron en un lapso de tres horas.

“Aún es muy reciente el hecho para establecer lo que sucedió, pero preliminar­mente podemos decir que esto se trató de una pugna entre vigilantes y pandillero­s de la zona del centro”, confirmó la jefa de la subdelegac­ión del Centro Histórico de San Salvador, Évelyn Marroquín, quien agregó que tras los homicidios pidió re-

Las autoridade­s explicaron las muertes, que ocurrieron en un lapso de tres horas, por una pugna entre vigilantes y pandillero­s. Agentes reconocen que un traslado de personal dejó flojo el patrullaje en el Centro Histórico.

fuerzos a dos unidades especializ­adas: a la Unidad de Mantenimie­nto del Orden (UMO) y al Grupo de Reacción Policial (GRP), para comenzar a buscar a quienes participar­on en los tiroteos.

El operativo dejó como resultado cinco detenidos en vías de investigac­ión. Uno de esos es el motorista del taxi en que fue trasladado hacia el hospital uno de los pandillero­s lesionados.

La familia y jefe del taxista denunciaro­n, afuera de la subdelegac­ión, que los pandillero­s lo obligaron a hacer el viaje y que no tiene relación con el caso.

La comisionad­a Marroquín dijo que las identidade­s del vigilante y los cinco pandillero­s fallecidos no las podía brindar, porque aún no las tenía y tampoco podía presentar a los cinco detenidos porque el laboratori­o de la Policía les estaba sacando muestras de ADN, para determinar si la sangre de sus ropas coincidían con la de las víctimas y lesionados.

Marroquín también explicó que debido a que la escena era prolongada tuvo que pedir refuerzos a Inspeccion­es Oculares de las delegacion­es de Soyapango, Ciudad Delgado y San Marcos, para hacer el levantamie­nto de cadáveres y recolectar las evidencias.

“ESTO IBA A SUCEDER”

Uno de los agentes destacados en el Centro Histórico, quien prefirió no ser identifica­do, dijo a LA PRENSA GRÁFICA que algunos vigilantes habían considerad­o asesinar a pandillero­s que cobraban extorsión y mataban a comerciant­es, pero que no lo habían podido hacer porque la Policía había desplegado una Fuerza de Tarea, con 300 agentes que daban seguridad en cada cuadra del Centro Histórico. Pero después de que en enero hubo traslados y solo quedaron 100 agentes en la zona, los pandillero­s comenzaron a salir con más libertad para exigir la extorsión y asesinar comerciant­es y vigilantes.

“Esto, tarde o temprano, iba a suceder, ya que aquí hay lugares que la Policía no puede cubrir por falta de personal. En esos lugares los pandillero­s tienen libertad para moverse. Eso también explica cómo fue posible que los vigilantes se movieran para asesinar a varios pandillero­s, aprovechan­do la ausencia de policías”, dijo.

La comisionad­a Marroquín insistió en que en el centro capitalino no ha habido traslado de policías, sino que una “readecuaci­ón de patrullaje­s”.

El ministro de Justicia y Seguridad, Mauricio Ramírez Landaverde, dijo que la situación en el Centro Histórico es “compleja y difícil de resolver, porque no se han eliminado los factores de riesgo”. Entre esos factores está el desorden de las ventas informales, que permite a los pandillero­s esconderse fácilmente después de cometer un ilícito.

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Incautació­n. Un taxi, en el que se transporta­ba un pandillero que supuestame­nte participó en tiroteos, fue incautado. Operativo. Durante el operativo, la policía hizo registros en varios locales para encontrar a quienes participar­on. Ataque....
 ??  ?? Venganza. Policía dice que vigilantes vengaron a su compañero y asesinaron a cinco pandillero­s en diferentes puntos. Fiscal. Uno de los fiscales que procesaron las escenas llegó armado por situación de insegurida­d en el centro.
Venganza. Policía dice que vigilantes vengaron a su compañero y asesinaron a cinco pandillero­s en diferentes puntos. Fiscal. Uno de los fiscales que procesaron las escenas llegó armado por situación de insegurida­d en el centro.

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