Ministro Canjura no esconde las carencias que tiene Educación
Durante su intervención en un foro sobre la educación en el país, tras 25 años de Acuerdos de Paz, el funcionario detalló los padeceres del sistema público educativo.
Más que hablar de avances o retrocesos, el ministro de Educación, Carlos Canjura, enlistó ayer una serie de carencias que está padeciendo el sistema público nacional sin guardarse nada, durante el foro “Avances, retrocesos y desafíos de la educación en El Salvador, a 25 años de los Acuerdos de Paz”, organizado por el centro de pensamiento Fundaungo, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y las universidades Centroamericana (UCA) y Don Bosco).
El ingeniero Canjura comenzó su ponencia lamentando que El Salvador solo invierte el 3.4 % de su Producto Interno Bruto (PIB) en el sistema educativo público, cuando el promedio en Iberoamérica supera o ronda el 5.2 %.
Luego explicó que el presupuesto de la cartera de Estado que dirige (MINED) apenas representa el 18 % de todo el gasto público nacional y que esa cifra ya incluye el presupuesto de la Universidad El Salvador (UES).
El ministro admitió que la inversión en becas es “minúscula”, tanto en las becas generales de educación básica y media como en las de maestrías o doctorados. Es más, ni siquiera existe un programa nacional de becas.
En la presentación virtual, con la que se apoyó durante su intervención, se leía claramente que “la inversión (en el sistema educativo público nacional ) es muy baja”, al mismo tiempo que se avergonzaba con un ejemplo: “Hay un dato que siempre me golpea. La universidad de Costa Rica ha venido invirtiendo de forma sostenida $635 millones anuales, mientras que nuestra universidad pública nacional solo recibe $70 millones por parte del Estado. Está claro que eso hace una gran diferencia”, lamentó.
Otra gran carencia es el desarrollo científico, sobre el que expuso que tiene “recursos ilimitados e insuficientes”, “hay baja inversión en investigación”, “hay pocos profesionales doctorados en el sistema educativo público”, y sumado a ello está la “inexistencia de programas de doctorado en áreas estratégicas”, del Ministerio de Educación.
Para el titular del MINED, otra de las preocupaciones radica en que el mapa territorial de las escuelas está tan fragmentado que es difícil articularlo.
Aunado a lo anterior, habló además de una marcada discontinuidad entre la educación básica a la media y de la media al bachillerato, principalmente de sexto a séptimo grado y desde noveno.
Al finalizar su exposición, Canjura dejó claro que el mayor desafío y que su apuesta va por la formación docente.
“El tema de docentes es una deuda histórica, desde que fue desmontada la formación de los maestros como obligación del Estado. Esa falta de responsabilidad estatal ha derivado en un deterioro progresivo, que ahora requiere de un esfuerzo de nación para reestructurar la planta docente para distribuirlos en las especialidades que nos está demandando una educación integral para nuestra juventud”, acotó.