Carteles trasladan cultivos de amapola
Un helicóptero del ejército que buscaba campos fue alcanzado por disparos.
Las fuerzas del ejército están siendo atacadas con más frecuencia por narcotraficantes que protegen cultivos de amapola en el estado de Oaxaca, adonde grupos productores de opio trasladaron la siembra de esa planta al aprovechar el terreno montañoso y la pobreza de numerosas comunidades.
Patrullas del ejército fueron baleadas en dos ocasiones esta semana, cuando intentaban eliminar campos de amapola en el oeste de Oaxaca, afirmó el general Alfonso Duarte Múgica, comandante de los efectivos militares en la zona.
Un helicóptero del Ejército sufrió daños mientras buscaba campos de amapola.
El aparato sufrió percances en el tanque de combustible, pero a pesar de ello logró aterrizar a salvo.
En otro caso, una manifestación de habitantes indígenas, la mayoría mujeres y niños, impidió el paso a una tercera patrulla del ejército que pretendía llegar a unos 30 sembradíos de amapola visibles a distancia, agregó. Armados con palos y machetes, los indígenas triqui se mantuvieron de pie frente a los soldados y rehusaron moverse.
Duarte Múgica dijo que los carteles de las drogas están reclutando a las comunidades agrícolas, y reconoció que el ejército cumple sus labores en una situación muy delicada en Oaxaca, donde las comunidades indígenas defienden con firmeza sus territorios y sus derechos.
Cualquier confrontación con los indígenas resultaría en un desastre de relaciones.
“La presencia de personal militar en esta y en otras áreas del estado responde a la importante presencia de plantíos de amapola y marihuana, que organizaciones delictivas han estado sembrando en las zonas serranas de Oaxaca”, dijo Duarte Múgica.
“Quiero reiterar que el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, específicamente los soldados que integramos la Octava Región Militar, somos plenamente respetuosos y nos identificamos con las tradiciones, así como con los usos y costumbre de todos y cada uno de los pueblos del estado de Oaxaca”, agregó.
APROVECHAN POBREZA
El traslado de la producción de amapola a Oaxaca ha preocupado a las autoridades.
El estado es más conocido por su capital colonial y playas, pero su gran población indígena en extremo pobre y el terreno montañoso local, lo convierte en una zona ideal para el cultivo de la amapola y la producción de opio.
El ejército mexicano enfrenta la delicada tarea de ingresar en las comunidades indígenas triqui, que tienen antecedentes conflictivos en el estado de Oaxaca.
Tres grupos triqui han sido protagonistas de pugnas armadas de décadas, que han dejado decenas de muertos en la región.