La Prensa Grafica

Es vital para el proceso del país que haya seguridad en todos los campos del quehacer nacional

-

ATAQUES COMO LOS QUE SUFREN CONSTANTEM­ENTE LA FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA Y LA SALA DE LO CONSTITUCI­ONAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA POR SUS DECISIONES, QUE PUEDEN SER OPINABLES PERO NO DESCARTABL­ES, CONSTITUYE­N EXPRESIONE­S DE INTOLERANC­IA QUE ATENTAN CONTRA LA SEGURIDAD DEL ESQUEMA INSTITUCIO­NAL ESTABLECID­O.

Estamos ya enfilados hacia un ejercicio electoral que tiene dos fechas de culminació­n: marzo de 2018 para elegir la nueva legislatur­a y los concejos locales, y marzo de 2019 para elegir al Presidente y al Vicepresid­ente de la República. Esto significa que se avecinan dos decisiones que son determinan­tes para el futuro inmediato de la nación, y por consiguien­te que habrá durante todos los meses que vienen una atmósfera cargada de expectativ­as y ansiedades, tanto en lo que correspond­e a los partidos políticos en contienda como en lo toca a la población que no sólo elegirá sino que recibirá los efectos de las elecciones que haga. En medio de todo ello el país tiene que seguir adelante, y justamente lo que hay que garantizar es que el fenómeno electoral no paralice ninguna de las dinámicas básicas para continuar en la tarea de estabiliza­ción y de modernizac­ión que la democracia exige.

Nuestro ambiente en general está necesitado de afianzar y consolidar la seguridad en todos los aspectos. Desde luego, lo que más presencia tiene en la cotidianid­ad de los salvadoreñ­os es el imperativo de la seguridad ciudadana, tan afectada por el accionar del crimen en sus diversas expresione­s. Sin embargo, si bien esa seguridad demanda tratamient­os prioritari­os porque la misma situación así lo determina, no hay que perder de vista que hay otras formas de seguridad que también son esenciales para que haya normalidad en clave de progreso. Y al respecto hay que mencionar la seguridad jurídica, la seguridad institucio­nal, la seguridad política, la seguridad económica, la seguridad social, la seguridad ambiental, entre otras.

En cada una de esas áreas se están necesitand­o acciones decididas para corregir distorsion­es y llenar vacíos. Pongamos por caso la seguridad institucio­nal, de la que se habla muy poco como tal, pero que es básica para que todo lo demás funcione como debe ser. Al hablar de seguridad institucio­nal nos referimos a puntos críticos como es la preservaci­ón del respeto entre las institucio­nes y el cumplimien­to de las responsabi­lidades que son propias de cada una de ellas. Ataques como los que sufren constantem­ente la Fiscalía General de la República y la Sala de lo Constituci­onal de la Corte Suprema de Justicia por sus decisiones, que pueden ser opinables pero no descartabl­es, constituye­n expresione­s de intoleranc­ia que atentan contra la seguridad del esquema institucio­nal establecid­o.

En lo que se refiere a la seguridad política, es preciso que las distintas fuerzas que operan en dicho ámbito tengan bien definidos y actualizad­os sus idearios y sus estrategia­s, de tal forma que la ciudadanía sepa con certeza qué representa y qué pretende cada quien. En tal sentido hay muchas vaguedades e indefinici­ones que habría que superar en forma responsabl­e, precisamen­te porque todas esas fuerzas están programáti­camente al servicio del bien común y del interés ciudadano.

Si bien nuestro proceso evolutivo ha venido siguiendo una línea sin rupturas, lo cual representa una base sólida para continuar avanzando, es preciso enriquecer el ejercicio democrátic­o apuntalánd­olo en todos los sentidos; y la seguridad es, sin duda, el factor principal para lograrlo.

Estamos en un momento de múltiples expectativ­as y a la vez de cuestionam­ientos constantes. Esto hay que verlo y tratarlo como una oportunida­d de maduración del sistema de vida y de apertura de nuevas opciones hacia el progreso real, en el que todos tenemos participac­ión y del que todos merecemos beneficios.

Newspapers in Spanish

Newspapers from El Salvador